Crisis del Covid-19

La ortopedia sigue abierta

  • La gran mayoría de establecimientos, micropymes, prestan un servicio de primera necesidad durante el coronavirus

  • La media de pacientes es de dos al día desde que se decretó el estado de alarma por la crisis del Covid-19 hace ya más de quince días

El sector de la ortopedia no ha cerrado

El sector de la ortopedia no ha cerrado / G. H.

Hay profesiones que están más de actualidad que nunca como la farmacéutica. Evidentemente, los establecimientos que despachan medicinas, recetas, geles y mascarillas están más al pie del cañón en tiempos de coronavirus. Hay otras actividades, consideradas también de primera necesidad, que no paran. Al menos, en su totalidad. Es el caso de las ortopedias. En Granada hay bastantes abiertas, prácticamente 9 de cada 10 de los especialistas han estado disponibles desde que se decretó el estado del alarma realizando servicios de urgencia.

Según los datos recabados por Fedop (Federación Española de Ortesistas y Protesistas) a nivel andaluz el 98% de las ortopedias andaluzas están abiertas desde el parón producido el mes pasado cuando empezó el confinamiento social y las medidas gubernamentales. Asimismo, de media se ha estado atendiendo a dos pacientes en los centros, se han liberado camas en hospitales y se han atendido a pacientes en sus domicilios como medida asistencia.

No obstante, el frenazo es inevitable y el sector calcula un retroceso en la actividad del 95% ya que al haber pardo la atención primaria y los especialistas tampoco hay recetas ortoprotésicas. Un daño directo a las ortopedias, pues la mayoría son pymes y de ellas el 90% son micropymes. Establecimientos familiares, por lo general, que tienen ante sí una crisis de tamaño considerable.

Por ahora, siguen siendo un un servicio esencial y de primera necesidad y sus centros deben permanecer abiertos mientras se prorrogue el estado de alarma. Algo, que en todo caso pueden decidir quienes la regenten, pues algunos responsables de negocios en Granada también han tomado la medida de cerrar un tiempo por aplicar medidas de seguridad e higiene en estos tiempos y minimizar el riesgo.

En cualquier caso, se ratifica con claridad la actividad ortoprotésica en el decreto publicado este pasado domingo, por el que se obliga a varios sectores a continuar con su actividad, mientras que otros deben cesar su trabajo de inmediato.

De todos modos, la gran mayoría de ellas -un 95% de las ortopedias españolas- ya mantenían sus puertas abiertas desde el inicio de esta crisis por responsabilidad con sus pacientes, según datos de Fedop.

Los técnicos ortoprotésicos han demostrado su compromiso con los usuarios. "Han acudido a hospitales para ofrecer soluciones a personas encamadas, y así liberar camas para enfermos por el Covid-19", señalan desde la Federación apuntando además que también se encuentran prestando servicio a domicilio para urgencias con el objetivo de evitar que personas con alto riesgo de contagio salgan de sus casas. Asimismo, se han reforzado las medidas de prevención en sus establecimientos y con sus empleados para garantizar la seguridad de los pacientes que acuden a las ortopedias.

El caso de las ortopedias es el similar al de tantas otras profesiones. Pues, aunque también se sitúan en la rama sanitaria, las autoridades competentes tampoco les han facilitado las medidas de protección individual necesarias (como los trajes EPI) o el acceso a los oportunos test, pese a habérselo solicitado en reiteradas ocasiones. Algo que también se ha demandado en otros sectores productivos.

En estos momentos, las consultas de atención primaria y de especialistas están con servicios mínimos y no se prescriben recetas ortoprotésicas, más allá de alguna en urgencias. Este hecho, unido al confinamiento de la población, da como resultado una merma del 95% del volumen de trabajo en las ortopedias.

"Las ortopedias tienen miedo de no poder afrontar los pagos y mantenerse al corriente con sus proveedores", indican desde el sector en el momento en el que hay que empezar a pagar el IVA y los seguros sociales. "La situación deriva en una crisis que difícilmente podrán soportar las pymes y autónomos que componen el sector si no reciben apoyo o ayudas de la administración", recalcan.

Otros colectivos han pedido al Ejecutivo que decrete su cierre. Sin embargo, a pesar de estar acumulando enormes pérdidas, el sector de la ortopedia se resiste a colgar el cartel de "cerrado" por el bien de los pacientes y para garantizar su atención. Incluso aunque haya días en los que no atienden a nadie. "Hay días que nos necesitan dos personas, otros días tres, y otros días las consultas están vacías. Pero para esos usuarios somos imprescindibles, gracias a nuestro trabajo pueden mantener su autonomía en estos momentos tan complicados", asegura Pablo Pérez Aragundi, presidente de la Federación Española de Ortesistas y Protesistas.

Pérez Aragundi considera de vital importancia mantener un servicio que da cobertura a 4 millones de pacientes en toda España. "Hay pacientes crónicos como personas con un miembro amputado que pueden sufrir molestias con su encaje, o usuarios de silla de ruedas a los que se les puede presentar un problema mecánico donde la intervención de un ortopeda es fundamental para mantener su autonomía. Pero también pueden surgir accidentes puntuales alguien que nunca ha necesitado de la ortopedia se puede caer y de forma temporal podría necesitar una férula, una muñequera o incluso un corsé" puntualiza el presidente de Fedop. Y por eso, dice, mantendrán su actividad.

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