El Hospital Virgen de las Nieves de Granada implanta en los últimos años unos 50 desfibriladores automáticos implantables (DAI) al año. Se trata de un dispositivo que, colocado bajo la piel del tórax y conectado con las cámaras cardiacas, registra la electricidad generada por el corazón y detecta anomalías del ritmo, por lo que puede aplicar tratamiento de estimulación cardiaca o descargas eléctricas para terminar con las arritmias que puedan aparecer.

La unidad de Arritmias del hospital realiza el seguimiento de unos 200 pacientes con DAI al año, lo que generaba sobresaturación en las consultas, que además atienden marcapasos (se ponen unos 250 al año, cuatro veces más) y otras patologías cardiacas. "Realizamos el seguimiento de estos pacientes, que suelen tener el corazón muy enfermo, y algunos necesitan revisión trimestral, por lo que era casi imposible verlos a todos", explicó el doctor Luis Tercedor, de la unidad de Arritmias.

Pero han dado con una solución. Desde hace unas semanas, la unidad ha incorporado la telemedicina para el seguimiento de los desfibriladores automáticos. "Ya se controla desde casa a diez pacientes y se irá aumentando progresivamente. Además, los cinco primeros que se incorporaron a esta iniciativa ya han comenzado a mandar registros y todo funciona muy bien", confirmó el facultativo.

En la actualidad afecta a los pacientes con DAI de la marca Medtronic, que son los que han ideado el sistema de vigilancia Care-Link, que es el que permite controlar al paciente desde casa por internet. El hospital pone desfibriladores de otra marca y aseguran que ésta también lanzará un equipo similar.

El funcionamiento del equipo domiciliario es sencillo. Consta de un receptor y una antena. Así, el receptor se instala en una línea de teléfono fijo y la antena la tiene que situar el propio paciente sobre su ropa en la zona donde tiene implantado el DAI. En la fecha pactada con la unidad de Arritmias, o cuando exista alguna incidencia, el paciente activa el sistema y en apenas cinco minutos la información del dispositivo se vuelca en una página web a la que sólo tiene acceso el personal sanitario.

"Se trata de la misma información que medimos en la consulta, por lo que la reciben las enfermeras, se valora, y se evitan así desplazamientos innecesarios a la unidad. Porque nosotros vigilamos el funcionamiento del aparato, no el estado de salud de la persona, evaluado por su médico de referencia", dijo Tercedor. Una ventaja para el paciente ya que atienden también a Jaén y Almería, por lo que se evitan desplazamientos para las revisiones.

Además, se evitan situaciones vividas por los expertos como "un paciente que ha recorrido muchos kilómetros porque creyó oír el sonido que avisa de la falta de batería o el que los hace estando todo funcionado correctamente". Aunque el control tiene un coste, es muy inferior al gasto en ambulancias, transporte y demora que se genera con la consulta rutinaria.

Por otro lado, al ser los desfibriladores unos aparatos muy complejos sobre los que aún se generan dudas a nivel mundial, el sistema, por su inmediatez, permite que en cualquier momento y ante dudas el médico llame al paciente para que le mande una lectura y comprobar el estado.

El sistema de telemedicina se espera extender a todos los pacientes con DAI ya que no hay límites para su utilización ni por edad ni por estado. "Además, en un futuro se podrá aplicar en otros dispositivos como los marcapasos", informó Tercedor.