Patricia Luna dice haber vivido "una particular odisea" con la Renta básica de emancipación achacable al desconocimiento del procedimiento de los trabajadores de su entidad bancaria.
Una vez que le fue notificada la concesión de la ayuda en el mes de enero (sin que surgieran problemas de importancia), esta joven se dispuso a realizar el último trámite en el banco. "Llegué a la sucursal con una copia de la resolución para la entidad financiera y el primer día ni siquiera me lo cogen y al día siguiente, tras explicarles que necesitaban ese documento, me reconocieron que no tenían ni idea de qué había que hacer", asegura la joven.
Tras este primer contacto, Patricia ha acudido al banco otras dos veces más sin que nadie solucione su problema. "Me siento impotente, porque si la sucursal no notifica al Ministerio mis transferencias del pago del alquiler no puedo cobrar los 210 euros", argumenta la trabajadora.
"Me parece bochornoso que yo tenga que informar del procedimiento interno a la entidad y creo que el Ministerio debería comprobar que los bancos colaboradores actúan con diligencia", añade.
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