El ministro José Luis Ábalos ha dado cuerda a una serpiente de verano con su anuncio de que Fomento está estudiando implantar un pago simbólico en las autovías de propiedad estatal. Es decir, poner un peaje en carreteras en las que hasta ahora se circulaba sin necesidad de parar para sacar la tarjeta de crédito y pagar el consecuente peaje. Hacer 500 kilómetros de Granada a Madrid sin desembolsar un euro sería una quimera en países vecinos como Francia, pero los usuarios, en general, se muestran en contra de esta medida que de momento, como señala Ábalos, está en un estado embrionario.El consejero de Presidencia, Administración Pública e Interior, Elías Bendodo, ha metido la directa para tildar de "disparate de verano" la posibilidad de pagar por el uso de las autovías actualmente gratuitas, asegurando que, de concretarse, la Junta de Andalucía "va a estar enfrente y no lo va a aceptar". Y ha puesto como ejemplo de su resistencia que para ir de Málaga a Granada o a Sevilla por la A-92 "haya que pagar".Sin embargo, el ministro de Fomento se ha ceñido en su anuncio a las vías de alta capacidad nacional, mientras que la A-92 es de titularidad de la Junta de Andalucía, por lo que, aunque el debate casi ni ha arrancado, quedaría fuera de las vías de peaje.

No así otras autovías que sí son propiedad del Estado, como la A-44, la A-7 o la Segunda Circunvalación que se sigue construyendo aún y que, según las previsiones más optimistas, podría inaugurarse en 2020.

La A-44 entra en la provincia de Granada mediante el Puerto del Carretero. Desciende a la ciudad de Granada pasando por Campotéjar e Iznalloz y se cruza con la autovía A-92.

Una vez pasado Albolote y Peligros, rodea Granada por el oeste, antes de cruzarse con la A-395, la cual sube a Sierra Nevada. Pasado Granada, pasa al lado de Ogijares, Armilla, Alhendín y Villa de Otura, pasando a continuación el Puerto del Suspiro del Moro.

Y aquí estaría uno de los grandes problemas de implantar este peaje "simbólico" cifrado por Ábalos en una décima parte de lo que se cobra actualmente por los peajes en España: los habitantes del Área Metropolitana que trabajan en la capital  -y viceversa- deberían pagar diariamente por ir a trabajar. 

La A-44 pasa después por Padul, Dúrcal y Béznar, para a continuación cruzar el Embalse de Rules y alcanzar la autovía del Mediterráneo (A-7) a la altura de La Gorgoracha, pedanía de Vélez de Benaudalla próxima a Motril.

En cuanto a la A-7, esto supondría que, quien baje a la Costa en coche y decida tomar esta autovía para ir a localidades como Torrenueva tendría que pasar por otro peaje. El peaje afectaría directamente a grandes localidades como Almuñécar, Motril o Salobreña y a municipios como Albuñol o Polopos.