"Las peluquerías son un servicio de lujo que algunos utilizarán menos"

El caso de personas como Nati Pérez, que trabaja en la peluquería Women, es el mismo que el de otros muchos locales que se encuentran en un "dilema", aunque esperarán "a ver cómo están las cosas más adelante". Para Nati "las cosas de por sí son difíciles", cuenta. No abandona sus quehaceres mientras comenta su visión sobre esta medida. "Voy a intentar mantener los precios salvo que no pueda más". "Aunque, si no queda más remedio que subirlos estoy segura de que se reducirán los beneficios por la clientela", lamenta. Es una de las personas, como tantas, que creen que "a corto plazo todo va a ir mal, aunque quiero pensar en que las cosas cambiarán".

Para Beatriz Pérez, también peluquera de Women y compañera de Nati, la peluquería es un servicio "de lujo" que algunos pueden "utilizar más y al que otros pueden asistir menos veces", por lo que se notará que "muchas clientas ya no vendrán de manera tan asidua a arreglarse", comentó. Reconoció que "ya hace tiempo que se nota la bajada de clientes, ahora no sé qué pasará".

Luis Espigares tiene una Barbería. El corte cuesta 9 euros. Mientras contesta a las preguntas un niño sale del establecimiento. "Como están las cosas, si subimos los precios, chavales como éste que acaba de salir, no vendrían". Otro trabajador más que no está dispuesto a adaptar los precios, todavía, a la subida "desmedida" del IVA. "Aunque sé que, por ejemplo, los productos de peluquería no se venderán del mismo modo", concluyó.