Diez perlas representan a la bailaora Mariquilla

Son los tacones vigorosos y los pasos firmes dados uno a uno los que conservan en el suelo un nombre inolvidable del flamenco español. María Guardia Goméz o Mariquilla es la fina flor de las zambras gitanas y de todo el Sacromonte granadino, que gira en torno al más puro arte que embellece el aire que lo rodea. Y fue por la gracia de su compás y de los taconeos que temblaban el suelo de la que que surgió "una pantalla abierta" al grito de una guerrera flamenca. Diez perlas para una reina es la presentación de una edición especial y numerada sobre la bailaora, compuesta por diez obras inéditas del artista David Zaafra, que decidió por su iniciativa recopilar un proceso de largo conocimiento de Mariquilla. "Es una cosa de muchos años: Yo conocí a Mariquilla por casualidad en 1968 y su figura me inspiró" cuenta. El tema es recurrente y plasma la expresión estética del dolor de un pueblo en detalles de tinta china, que según su punto de vista, son representativos de personajes que no existen. Mariquilla es la excepción. "El proceso creativo une todo en una imagen y la imaginación dirige todo pero mi interesa más el carácter do que los rasgos físicos.Una etapa creativa que reconvierte personas en trazos, todos seleccionados a dedo para culminar en una obra espiritual que desafía la propia eternidad. "Soy una persona abierta a las sinergías y combino todo para transmitir un sentimiento". Fuera de la norma academista, Zaafra se considera autodidacta, pero no descarta perfeccionar su dibujo y lo hace con toda la espontaneidad y lustrando vívidamente la tenacidad y la vulnerabilidad de una reina del escenario. En fondos intimistas Zaafra presenta a Mariquilla en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Granada.