A las siete de la tarde Granada se inundó de violeta. El color que identifica el Día Internacional de la Mujer llenó todos los rincones de centro de la ciudad y pintó todos los mensajes que desde la plaza Mariana Pineda llegaron a la plaza Nueva con motivo de la manifestación del 8 de marzo. A la cita se sumaron cerca de 700 personas - según fuentes policiales- que bien a ritmo de batucada, con bailes y malabares, con mensajes por altavoces o, simplemente, caminando reclamaron igualdad en el sentido más amplio de la palabra para todas las mujeres, y en especial, para el colectivo de las empleadas de hogar y cuidadoras que sufren desde hace años una situación de desventaja social y económica.

La marcha reivindicativa arrancó a las siete de la tarde y a medida que iba avanzando, a ella se sumaban curiosos y viandantes. Algunos lo hacían de manera convencida, otros -sobre todo otras- no tanto. "La verdad es que no entiendo porqué se celebran este tipo de días, ¿los hombres tienen día del hombre?", se preguntaba una mujer que veía el desfile desde la acera. En realidad, comentó luego, "no es que no esté a favor de reivindicar y luchar por los derechos sino hacerlo de una manera más discreta, sin que parezca que hacemos algo extraordinario".

Independientemente de la diversidad de opiniones, las mujeres allí presentes estaban convencidas de lo que querían. "Ser y sentirse reconocidas en sus trabajos en todos los sentidos, incluido el salarial, que no es igualitario en la mayoría de los sectores". En el caso del empleo en el hogar, que se logre, cobrar al menos el salario mínimo interprofesional; impulsar la afiliación sindical; facilitar la regulación de la situación de las mujeres migradas; exigir la corresponsabilidad real y efectiva de los hombres y de toda la sociedad en el ámbito de los cuidados y que se erradique cualquier tipo de acoso sexual, violencia o discriminación hacia ellas.

Estas demandas las pidieron caras desconocidas de hombres y mujeres y otras más familiares pertenecientes a todas las instituciones. La concejal de Igualdad, Ana López Andújar; la diputada de Igualdad, Josefa Caballero o la responsable del IAM, Olga Manzano, entre el resto de las integrantes de la Plataforma 8 de Marzo; el presidente de la Diputación, Antonio Martínez Caler, delegados de la Junta como Pedro Benzal o la de Salud, Elvira Ramón. Responsables de partidos como Teresa Jiménez del PSOE y Luisa Chamorro, del PP, además de responsables de la política municipal como los candidatos a la alcadía, Francisco Cuenca y Francisco Puentedura o concejales como Chema Rueda por el PSOE o Carmen Sánchez Quevedo, del equipo de Gobierno.

Y, evidentemente, no sólo Granada capital celebró el Día Internacional de las Mujeres. En numerosos rincones de la provincia se sucedieron las actividades y eventos con sello femenino. Fue el caso de Lanjarón que esperó al 8 de marzo para poner en marcha la Casa de la Mujer. Desde hoy, las mujeres de la zona tienen un espacio dedicado a ellas donde se ofrecerá información, atención y asesoramiento en políticas de igualdad y el fomento de la participación. La casa de la mujer tienen de especial que está realizada con la ayuda directa de las vecinas. Las mujeres han donando cuadros de pintura, cortinas elaboradas por ellas, hasta incluso los muebles han sido reciclados. La restauración del edificio ha sido posible gracias a la subvención concedida por el anterior Ministerio de Igualdad así como por el Instituto de la Mujer y el mismo Ayuntamiento de la localidad.

Motril, eligió el arte para celebrar este día. Una exposición fotográfica en el hall del Ayuntamiento sirvió para homenajear a todas las mujeres en la ciudad costera. El alcalde de Motril, Carlos Rojas, acompañado por varias concejalas de distintas áreas, entre las que se encontraba Inmaculada Torres, responsable de la Mujer, inauguró la cuarta edición de dicha muestra que giró en torno a la igualdad. Además de esto, las actividades con motivo del Día de la Mujer continuaron en la plaza de la Coronación con la lectura de un manifiesto, juegos y actividades. En su caso, Almuñécar  apostó por la cultura y la convivencia. Ayer se celebró una jornada a la que asistieron 600 mujeres al Parque Mediterráneo, para disfrutar de actividades lúdicas, como danza del vientre, aeróbic o pilates para terminar con la degustación de una paella.

Así fue, ayer, desde Granada al último pueblo de la provincia, las mujeres fueron las protagonistas. Porque aunque haya voces críticas también hay otras que piensan que a nadie le amarga un dulce y que después de años de esfuerzo y trabajo las mujeres, lo merecen.