Granada

Las pinturas de la iglesia de San Miguel Bajo del Albaicín estarán restauradas a final de año

  • La intervención ha contado con una subvención de 30.000 euros de las ayudas de la Junta de Andalucía

Según ha informado la secretaria general de Patrimonio Cultural, Macarena O'Neill, las obras de restauración de las pinturas murales de la capilla de San Miguel, en la iglesia de San Miguel Bajo del Albaicín, concluirán a finales de año.

Esta intervención, impulsada por la Cofradía de Nuestro Padre del Perdón y Nuestra Señora de la Aurora, ha contado con una subvención de 30.000 euros de las ayudas para la conservación, restauración e inventario de bienes muebles del patrimonio histórico de carácter religioso de Andalucía.

O'Neill, que ha visitado este lunes las obras junto al delegado provincial de Cultura y Patrimonio Histórico, Antonio Granados, ha explicado que la cofradía obtuvo una de las mejores puntuaciones, lo que les permitió conseguir la máxima dotación económica de estas ayudas dirigidas a proteger el patrimonio de carácter religioso.

Con estas subvenciones, ha subrayado, el Gobierno andaluz pretende impulsar el arte sacro, "un elemento dinamizador" de la economía que, dice, genera empleo, riqueza y valor añadido.

Los trabajos de restauración de estas pinturas murales, realizadas con técnica mixta al temple y óleo sobre yeso que cubre por completo los paramentos y la bóveda de arista de la capilla, tienen como objetivo recrear el revestimiento del espacio a través de distintos elementos como zócalos, cortinajes, retables, camarín o estancia interior y decoración de la bóveda mediante un trampantojo o ilusión óptica con técnica pictórica.

La pintura mural que cubre los tres testeros de la capilla de San Miguel, antigua del Cristo de la Redención tiene su origen, según señalan los informes técnicos, en pleno siglo XVIII. No obstante, se desconoce el momento exacto de su creación así como la autoría de los frescos. La iglesia de San Miguel Bajo se erigió como parroquia en 1501 sobre una antigua mezquita. La traza se le atribuye a Diego de Siloé y fue ejecutada por Juan de Alcántara y Pedro de Asteasu.

La intervención, que se inició el 1 de abril, tiene un plazo de ejecución de nueve meses, por lo que estará concluida a final de año.

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