El 'pirateo' energético crece un 24% por el fraude de empresas y hogares

La sustitución de contadores permite aflorar un mayor número de robos de fluido eléctrico Las empresas defraudan más, pero hay más casos entre consumidores domésticos

El 'pirateo' energético crece un 24% por el fraude de empresas y hogares
El 'pirateo' energético crece un 24% por el fraude de empresas y hogares
A. Asensio Granada

22 de agosto 2016 - 01:00

El 'pirateo' eléctrico en la provincia de creció durante el pasado año un 24,6% con respecto a los datos de fraude energético de 2014, según los datos aportados por la empresa suministradora Endesa. En 2015 hubo más casos de manipulación de contadores eléctricos y también un mayor volumen de electricidad defraudada y recuperada. En total, el pasado año Endesa recuperó 19.063.077 Kw, el equivalente al consumo de 21 días de todos los clientes dados de alta en Motril, y un 32,5% más que en el ejercicio anterior. Ojo, ese es el dato de energía recuperada. Endesa reconoce que el volumen de "la energía defraudada es probablemente mayor", entre otros motivos porque "hay expedientes abiertos". Y, evidentemente, casos de enganches que todavía no han sido descubiertos.

Se prevé que la tendencia a descubrir más fraudes se mantenga al alza. Una parte de la 'culpa' de que haya un mayor volumen de energía recuperada son las campañas que ha iniciado la suministradora para luchar contra el robo de energía. Otros se han descubierto gracias a las pesquisas de los técnicos y al 'rastreo' que se hace de los datos de consumo. "Si un mes, de repente, el consumo cae de forma notable pero no ha habido cambios en ese domicilio, se empieza a sospechar", señalan desde la suministradora. Pero quien más ha facilitado en los últimos meses la detección de casos ha sido la sustitución de los contadores por medidores inteligentes. Así han aflorado amaños, manipulaciones y puentes ilegales que tenían un único fin, robar fluido eléctrico. Los casos han crecido en toda la comunidad autónoma, y cabe destacar Huelva, donde el incremento del fraude en 2015 fue del 154% con respecto a 2014. Granada se sitúa como una de las provincias con menos casos, sólo por delante de Córdoba y Jaén.

Desde Endesa se señala que la mayor parte de los casos se han detectado entre particulares. Sin embargo, han sido las empresas las que han defraudado un mayor volumen de energía. Hasta un 95%, según las estadísticas de la compañía. Unos y otros suelen recurrir a las mismas técnicas. Las más comunes son las dobles acometidas -parte del consumo sí se registra en el contador, pero otra parte va directamente desde la red al domicilio o empresa gracias a un puente- o a los enganches directos a la red. "Cuando se habla de fraude eléctrico, mucha gente piensa que lo comenten personas o familias con escasos recursos. Nada más lejos de la realidad", sentenciaron desde Endesa. "Así pues, el fraude no es un problema como consecuencia de la pobreza energética, ni mucho menos. Además, Endesa ha sido la empresa eléctrica pionera y que más convenios ha firmado con ayuntamientos y gobiernos autonómicos para garantizar el suministro de aquellos hogares identificados como vulnerables por su situación económica", añaden desde la eléctrica.

A lo largo de 2015 se descubrieron -y denunciaron, porque esta práctica es un delito- 3.251 casos de robo de suministro eléctrico. En 2014 fueron 2.452. Desde Endesa se añade que en Andalucía el total de energía defraudada durante el pasado año fue de 250.331.893 kilovatios hora (250 GWh), lo que equivale al consumo energético de un mes de toda la provincia de Granada. "Y a nivel nacional fue de 3,5 teravatios hora, lo que equivale a seis meses de consumo de Canarias", destaca la fuente.

Para Endesa, el fraude supone un problema con varios cabos sueltos. Por un lado está, evidentemente, la cuestión económica. Un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) "este fraude cuesta unos 150 millones de euros anuales a los consumidores españoles de electricidad". No repercute en las arcas de la empresa, sino en los bolsillos de los que sí pagan religiosamente sus facturas.

Por otro lado, supone un "riesgo". "Manipular las instalaciones pone en peligro la seguridad" del que intenta trucar el contador e incluso para el entorno. Como ejemplo, cabe reseñar el incendio de un transformador en Pinos Puente el pasado mes de febrero. La instalación ardió a causa de los enganches ilegales que abastecían de forma irregular varias viviendas de un mismo barrio de la localidad pinera. Aquello originó unos daños estimados en 50.000 euros, provocó un corte de luz que afectó a los vecinos de la zona, y, además, llevó al banquillo a 51 personas.

En este municipio -como en otros de la zona metropolitana e incluso en la barriada de Almanjáyar- parte de los casos de fraude, situaciones de consumo desorbitados y la consiguiente sobrecarga de la red obedecen al floreciente negocio del cultivo de marihuana. Para crear auténticos viveros domésticos, los inmuebles se dotan tanto de lámparas como de máquinas de ventilación, todo para facilitar el rápido crecimiento de la planta. Y todo fraudulento. El último caso con detenidos se dio a conocer hace apenas unos días. Tres personas fueron arrestadas en la zona Norte por mantener, presuntamente, una plantación de cannabis. Les delató el olor.

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