Granada

La playa de la Charca y su bandera negra

  • A la subida del nivel del mar y a la virulencia de los temporales, hay que sumar que es una playa en regresión, pues los materiales que antes llegaban a través del río Guadalfeo ahora son retenidos por la presa de Rules. 

¿Ecología o economía?, el debate que se plantea en la Costa tras la concesión de dos banderas negras

¿Ecología o economía?, el debate que se plantea en la Costa tras la concesión de dos banderas negras / A. F.

El oleaje es hoy algo mayor que otros días y al entrar en la playa se aprecia la turbidez del mar. Una franja de color marrón, junto a la orilla, tiñe el agua, normalmente transparente y limpia. Es el limo que llevo viendo desde el comienzo del verano depositado en el fondo, que hoy el oleaje ha movilizado y mezclado con las aguas en la playa de la Charca, cerca de la desembocadura del Guadalfeo. Casualmente, las máquinas que limpian y nivelan la playa, hoy han hecho surcos que muestran la existencia de tierra y restos de escombros bajo la mezcla de grava y arena que forma la playa.

¿Cómo han llegado a la playa estos materiales? ¿De dónde proceden?

El nivel del mar se eleva actualmente unos 3.4 mm por año y su ritmo se va acelerando. Tras esta subida está el Calentamiento Global del planeta, cuya temperatura media ha ascendido 1.1ºC desde la época preindustrial, debido a las actividades humanas. El agua absorbe gran parte del calor de la atmósfera y se calienta. Al hacerlo, se dilata, ocupando más espacio. Este calor también está fundiendo a un ritmo muy rápido los glaciares de las altas cumbres y los hielos que cubren Groenlandia y la Antártida cuyas aguas van a parar finalmente a los océanos. La subida del nivel del mar, junto a las tormentas que cada año afectan con mayor energía nuestro litoral están haciendo desaparecer las gravas y arenas que forman las playas, causando su retroceso y afectando negativamente a la actividad turística. Cada año, el Estado, a través de la Dirección General de la costa y el mar, gasta millones de euros en reponer las arenas de playas de toda España, una difícil e inútil tarea pues no es fácil encontrar unos sedimentos adecuados para las playas y, además, con la llegada del invierno y, con frecuencia antes, el mar se lleva en unas horas lo que tanto dinero y trabajo ha costado depositar.

En la playa de la Charca, a la subida del nivel del mar y a la virulencia de los temporales, hay que sumar que es una playa en regresión, pues los materiales que antes llegaban a través del río Guadalfeo y se depositaban en la costa (recordemos que este tramo costero forma parte del delta del Guadalfeo), ahora son retenidos por la presa de Rules. Por ello, esta playa, junto a la de la Guardia y Playa Granada son las que más riesgo tienen de desaparecer en los próximos años por la subida del nivel del mar, según un informe de Climate Central, de noviembre de 2019.

Este invierno el mar se llevó gran parte de las gravas y arenas de esta playa que vio muy reducida su anchura. Era necesario reponer la arena perdida para que estuviera lista para la temporada de verano y, así, en mayo, comenzó su “regeneración” con 30.000 toneladas de materiales procedentes de la rambla de Molvízar. Y en la rambla, la grava y arena está mezclada con tierra y otros materiales más gruesos que el agua arrastra cuando discurre torrencialmente por ella. Además, durante años, esta rambla ha sido utilizada como una escombrera, por lo que trozos de mármol, azulejos con sus pellas, baldosas de chinos, pedazos de bloques, plásticos de todo tipo fueron llevados junto a la grava, arena y tierra hasta la Playa de la Charca.

Visité la playa en mayo y el espectáculo era impactante. Grandes camiones transitaban por la playa y descargaban su contenido por encima de un espigón que se adentraba en el mar. Y el mar, bastante movido ese día, esparcía la tierra que teñía de marrón chocolate una amplia franja de agua entre Salomar y la desembocadura del Guadalfeo. En la foto publicada por la Diputación de Granada se puede ver un camión descargando los materiales y en primer plano a los representantes de las Administraciones responsables de ese “gran trabajo”: el Delegado del Gobierno, la Alcaldesa de Salobreña, el Presidente de la Diputación, etc.

Ninguno de ellos pareció notar que los materiales depositados en la playa contenían gran cantidad de tierra mezclada con escombros, pues en los siguientes días los trabajos continuaron con toda normalidad.

Supongo que algún técnico del Ayuntamiento, de la Diputación o de Costas tendría que haber dado su visto bueno a los trabajos realizados por la empresa adjudicataria de los mismos. ¿Ninguno se percató que había que lavar los materiales para quitarles la tierra? ¿Cernerlos para quitarle los trozos de escombros? Pero claro, llevarlos tal cual desde la rambla a la playa es mucho más rápido y, sobre todo, mucho más barato.

El 19 de junio volví a visitar la zona de la playa que aparece en la foto a la que aludía antes. Mis pies se llenaron de tierra y solo junto al mar, en una zona ya lavada por el agua, pude dejar la toalla sin riesgo de embarrarla. Grandes trozos de viejas láminas de plástico, envases plásticos ya ennegrecidos, junto a todo tipo de escombros de obra estaban esparcidos por la playa. Bajo el agua, a unos metros de la orilla, una capa de barro lo cubría todo: rocas, arena, escombros, algas y plantas marinas a las que el cieno impedía captar la luz.

Unos días antes, el 12 de junio, Ecologistas en Acción, había otorgado una bandera negra por mala gestión en la regeneración de esta playa de la Charca. Según un artículo aparecido en prensa, el Ayuntamiento de Salobreña había declinado hacer ningún tipo de declaración sobre lo sucedido.

Hoy 20 de julio, muchas toneladas de los materiales depositados en la playa han sido removidos por la dinámica costera y se han perdido en el mar. Y aunque bastantes de los grandes trozos de escombros han sido retirados de la playa por el Ayuntamiento, otros siguen a la vista y la tierra sigue aún mezclada con la grava y arena en las zonas no lavadas por el mar. Bajo el agua permanecen plásticos, que el mar saca a la superficie cuando hay algo de oleaje, escombros y toneladas de barro que continúan matando y afectando a la flora y fauna marina.

Mantener saludables nuestros mares es primordial, ya que además de albergar una enorme biodiversidad son auténticos pulmones del planeta, responsables de la absorción de ingentes cantidades de CO2 y de la producción del más del 50% del oxígeno que cada año se libera a la atmósfera. Por ello, no podemos permitir que las Administraciones responsables de la conservación de mares y costas sean las causantes de su contaminación.

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