El poder de la sugestión
Ciencia Hipnosis clínica
Expertos en hipnosis clínica reclaman la utilidad de esta práctica con fines terapéuticos y defienden su éxito para superar miedos, fobias o traumas · En Granada funciona la primera asociación andaluza
La hipnosis es una práctica milenaria. Civilizaciones como la egipcia ya la utilizaban con fines terapéuticos. Desde entonces ha seguido practicándose pero siempre empañada por la sombra de la polémica. Los estafadores, falsos sanadores y apariciones 'trucadas' en medios de masas se han encargado de desprestigiar su práctica que, para los expertos en este campo, es eficaz para determinadas áreas. Todo con el poder de la sugestión, que como define la Real Academia Española de la Lengua es, dicho de una persona, "inspirar a otra hipnotizada palabras o actos involuntarios".
En Granada, Sarah Bachaou practica la hipnosis clínica desde hace 17 años y hace ocho meses que ha creado la Asociación Andaluza de Hipnosis Clínica, con la que quiere dar una imagen más realista de su especialidad. "Siempre se ha atribuido la hipnosis a poderes sobrenaturales pero en realidad no es así. Es un estado de conciencia que se puede provocar. Es como un sueño artificial, un despertar paradójico", relata.
Con la hipnosis, la persona está dormida pero "con puntos de conciencia". "Nunca se obliga a hacer cosas que afecten a su integridad porque siempre hay barreras protectoras. Además, no se actúa contra sus condiciones morales", matiza Bachaou.
Lo que se busca es abrir puentes entre la conciencia y la inconsciencia para superar aspectos como traumas de la infancia que siguen latiendo en el inconsciente, "lo que tienes en mente pero que no puedes acceder a ello con voluntad". De hecho, asegura que se pueden realizar regresiones hasta la vida intrauterina.
"El carácter de una persona se crea según experiencias traumáticas de la infancia, por lo que se puede reescribir la historia, engañar a la mente o decirle que eso nunca ocurrió. No borrarlo, sino tomar otra dirección. El inconsciente se lo cree, no tiene criba, es inmensamente poderoso".
Para los que piensan que todas las situaciones vitales se pueden superar con la razón, con el intelecto, Bachaou también tiene respuesta. "No sirve recurrir al intelecto para modificar emociones. Hay que dejar a un lado esa capacidad y hacerlo desde el inconsciente", explica.
Según el experto, la mayoría de los casos que atiende son para superar por esta 'modificación' de los recuerdos, fobias, miedos y situaciones traumáticas. "Pero también viene mucha gente a dejar de fumar o de beber, por ejemplo. Se pueden hacer muchas cosas", matiza.
Para el proceso de hipnosis, primero se realiza un estudio de la susceptibilidad de la persona para ver el tipo de técnica de inducción que tiene que utilizarse "según la resistencia del sujeto".
Además, también hay niveles de hipnosis distintos según el objetivo que se busque. "Para regresiones a la infancia y vida intrauterina se utiliza el tercer grado, que permite abrir los ojos y seguir dormido. Para otras cosas el grado dos, que permite la catalepsia, y para dejar de fumar basta con un grado uno". Para ello, el único elemento del hipnotizador es la voz, el tono, el ritmo, y la voluntad del hipnotizado.
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