A comienzos de este año, el Ayuntamiento de Granada se encontró con el rechazo de los grupos de la oposición ante el incremento previsto del coste del servicio de tratamiento de residuos en 270.000 euros, un 30% más que en el año 2017. La falta de datos que justificaran esa subida, que acaba afectando a la tasa de recogida de basuras, fue otro portazo en las pretensiones del equipo de Gobierno.

En 2017, el coste de este servicio de tratamiento de residuos supuso un gasto de 2.678.586 euros a Granada. Ante el incremento de la cantidad de basura generada por la ciudad, el Consistorio estimó que para 2018 el coste pasaría a ser de algo más de 2.900.000, y eso se sufragaría a través de la tasa (de un 5,32% más) que fue rechazada.

El tratamiento de residuos en Granada lo gestiona la Diputación, dueña de los centro de gestión como el situado en Alhendín, y el coste de este servicio aumenta o disminuye en función de la cantidad de basura generada por cada municipio de la provincia. A mayor cantidad de residuos, más se carga a los Ayuntamientos.

El modelo público cordobés del servicio de tratamiento de residuos rebaja los costes del mismo con respecto a la media nacional, pero con datos menos cuantiosos que en otras partidas donde su modelo resulta muy efectivo. El coste efectivo del tratamiento de basuras por habitante es de 22,3 euros, lo que supone solo un 4% menor que en la pauta que marca el resto del país, mientras que el coste por tonelada tratada es de 48,7 euros, un 16% menos.