Un jurado popular declaró ayer por unanimidad culpable de asesinato al hombre que ha sido juzgado desde el pasado lunes en la Audiencia Provincial de Granada por matar en noviembre de 2016 de un tiro a Sara Correa, su compañera sentimental en su vivienda de la zona Norte. Asimismo, el jurado popular consideró probado que, ayudado por el otro procesado en la causa, la bajó del domicilio hasta un contenedor cercano para intentar ocultar los hechos.

Los miembros del jurado dieron "total credibilidad" a los testigos y peritos que han declarado en la causa, mostrándose "convencidos" de que la víctima, Sara Correa, fue disparada estando tumbada en la vivienda y "sin posibilidad de defensa", encontrándose los dos solos en la vivienda en el momento en que ocurrieron los hechos. El veredicto fue recibido entre lágrimas y abrazos por los numerosos familiares de Sara que se desplazaron en la tarde de ayer a las dependencias de la Audiencia Provincial de Granada.

Además, el jurado considera culpable de encubrimiento al otro acusado, al considerar probado que ayudó al asesino a bajar el cuerpo de Sara hasta la calle y depositarlo en un contenedor de basura cercano para intentar ocultar el crimen. Los nueve miembros del jurado también dieron por probado que el asesino de la joven no tenía licencia de armas, según pusieron de manifiesto durante la última sesión de un juicio que comenzó el pasado lunes. Las defensas ya anunciaron que recurrirán el veredicto y solicitaron que, en todo caso, se aplique a sus patrocinados las penas mínimas.

El pasado jueves, la Fiscalía elevó de 16 a 23 años de cárcel su petición para el principal acusado por entender, tras el desarrollo de la vista oral, que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato y no de homicidio, como los había calificado en sus conclusiones provisionales, y otro de tenencia ilícita de armas. El abogado Luis Antonio Fernández Porcel, que ejerce la acusación particular en representación de la familia de la víctima, también elevó la pena que solicitó inicialmente hasta los 23 años de prisión por asesinato y tenencia ilícita de armas.

En la vista del pasado martes, el principal acusado, que era pareja de la víctima, defendió su inocencia ante el jurado popular: "Soy inocente, siempre he dicho la verdad, lo único que quise fue ayudarla", esgrimió.