Todo es posible en el nuevo restaurante Tabula Rasa

Un momento de la preparación de los platos.
Un momento de la preparación de los platos.
Brígida Gallego

17 de octubre 2015 - 01:00

¿Cuántas veces has dicho a tus amigos como el arroz que yo hago, ninguno? Pues ahora es posible que te luzcas cocinando, pero en un restaurante equipado con la mejor tecnología, en vez de en tu casa. Y vestido de chef. Para que luego el estupendo equipo de profesionales que trabaja en Tabula Rasa os sirva esos platos que llevan tu sello, y no tengas que preocuparte de nada más, sólo dedicarte a disfrutar y al placer de la gastronomía.

Todo es posible en Tabula Rasa, desde vestirte de chef y cocinar, a pedir que te guisen esos estupendos salmonetes que pescaste tú mismo, esos y no otros… lo único que hay que hacer es proponer tu idea. Tabula Rasa acepta propuestas muy distintas. Su propietario, el empresario Antonio Pedro Aguilar Torres abre las puertas de su nuevo negocio con mucha ilusión, después de haber estado bastantes años fuera de Granada. Llega con ganas de hacer cosas diferentes y con un tropel de experiencias acumuladas por medio mundo.

Nada es convencional en este restaurante de Camino de los Neveros, 32. De lo que se trata es de sorprender, de fulminar la rutina. La cocina es de temporada y se da una gran importancia a los maridajes. La sommelier Montse Mengíbar propondrá la bebida perfecta para cada plato. En definitiva, un culto a la gastronomía y la cocina. La fórmula son pases gastronómicos con sus respectivos maridajes de vinos y cervezas, que cambiarán cada mes. Durante octubre, lo pases comienzan con un 'Preludio' de monotema de almendras servido en cuenco y una bandejita de ciervo con trufa. A continuación llega el 'Intermedio' con verduras de temporada en tempura y pulpo a la brasa con parmesano y cítricos. En lo que denominan 'Principal' se ofrece un espumoso de bacalao y hongos en arroz meloso de otoño. Con 'Dulce Desenlace' se sirven arroz con leche y locura de chocolate. Por supuesto, existe una pequeña carta de apoyo para quien desee otros platos. Cada mes cambiarán los menús y sus maridajes para no caer, jamás, en la rutina.

El local es cálido y agradable. Cuenta con ambientes muy diferentes para disfrutarlo, tanto en invierno como en verano. Dos chimeneas se ocuparán de caldear el ambiente, ahora que está a punto de comenzar el frío. La decoración mezcla detalles de la zona de sierra donde nos encontramos con otros exóticos que hacen referencia a las experiencias viajeras de Antonio. Todo hecho con gusto. También hay zona de barra con tapas muy especiales. Está previsto crear un club gastronómico. El servicio es atento. Cinco personas en cocina y cinco en sala hacen todo lo posible para que el clienta se sienta cómodo, pero jamás avasallado. En definitiva, Tabula Rasa es un lugar para perderse, sin prisas.

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