"No me preguntes por calles, pregúntame por restaurantes"

Joaquín Muñoz, con su compañera de fatigas, en el punto de encuentro de los 'vespacitos'.
Joaquín Muñoz, con su compañera de fatigas, en el punto de encuentro de los 'vespacitos'.

21 de junio 2009 - 01:00

AQUÍ hay tiempo para todo. Los miembros de Vespacito, como los de cualquier club de moto scooter que se precie, tienen como prioridad disfrutar de sus máquinas a dos ruedas. Pero también tienen muy claro que su voz debe hacerse oír siempre que sea necesario para mejorar la seguridad de los motociclistas, un colectivo que se siente maltratado en relación a sus 'compañeros' en el asfalto a cuatro ruedas.

Así las cosas, para ser socio de Vespacito hacen falta tres cosas: tener una moto, pagar 50 euros al año y dar ejemplo. Así al menos lo señala su presidente, Joaquín Muñoz Arias 'Quino'. "Nosotros salimos en moto, que es nuestra razón de ser, pero además está la reivindicación de la mejora de la seguridad vial, no sólo para los moteros, sino para todos los usuarios de la vía", explica el presidente, que tiene claro que su labor en este sentido es vital para mantener sus intereses.

Para ello tienen muy claro que "como luchamos para que se cumplan las normas estaría muy mal que no diéramos ejemplo", subraya. Reconoce que esta buena voluntad no es común al colectivo de motociclistas, que suma cinco millones de personas en toda España. "Y hay de todo", resume el presidente de Vespacito, que es consciente de que "el colectivo motero lo mismo está en el cielo que en el infierno".

A demonizar su modus operandi sobre el asfalto contribuyen tanto los medios de comunicación como las instituciones, según Muñoz. "Las autoridades juegan mucho con las cifras, las manejan a su libre albedrío. Por ejemplo, cuando se dice que en un fin de semana ha habido 25 muertos en la carretera y se señala que siete eran moteros, lo que no se dice es que los otros 18 iban en coche y, de los que iban en moto, por qué tuvieron el accidente", denuncia. "Parece que las motos tienen siempre la culpa", y Muñoz tiene muy claro que eso no es así. "Yo he tenido dos accidentes en mi vida con la moto, y los dos fueron por culpa de un coche", afirma.

Para el presidente de Vespacito está claro que esto se debe a que desde la Dirección General de Tráfico la solución a los accidentes de motos es que haya precisamente menos motos, lo que ha llevado a los técnicos a plantear soluciones restrictivas o de tipo económico -como subir los impuestos- al tiempo que se carga a los motociclistas de mayor responsabilidad en cuanto a su papel como conductores. "En Francia ya hubo una ley que prohibió las motos de más de cien caballos, pero lo cierto es que con menos motos que en España, tienen más accidentes", lo que, según Muñoz, significa que medidas como ésa sirven más bien de poco.

Además del aire reivindicativo, el presidente de Vespacito tiene muy claro que su principal dedicación son las salidas, tanto oficiales como extraoficiales. Las primeras tienen lugar el primer domingo de cada mes, cuando se concentran a las nueve de la mañana en el Palacio de Congresos. Las segundas surgen espontáneamente y cuentan con su foro en internet como principal aliado. "Te puedes juntar de 30 a 190 motos y todo está organizado y bien preparado para que no se pierda nadie", explica Muñoz sobre las excursiones oficiales. Las segundas tienen la ventaja de su carácter espontáneo. "Nos lo montamos genial. Por ejemplo, los que tienen Ducati se fueron a ver la casa Ducati en Bolonia", asevera "otros a Andorra...". "La verdad es que con el tema de las convocatorias la gente se entrega", resume.

Esta capacidad de movilización les permite contar con un amplio historial viajero y muchos kilómetros en sus máquinas, aunque lo fundamental para todos los socios es disfrutar de su tiempo libre. "Sí somos un poco sibaritas, nos gusta pasarlo bien. A mí no me preguntes por calles, pregúntame por restaurantes", apostilla Muñoz.

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