"Por muy preparado que se esté, nunca es suficiente ante una eventualidad"

El responsable del servicio valora los cambios que ha vivido el cuerpo en los últimos seis años, desde que asumió su cargo actual, así como los problemas, carencias y nuevos retos a afrontar a corto y largo plazo

Salas, durante la entevista en el Parque Norte.
Salas, durante la entevista en el Parque Norte.
Elena Llompart / Granada

17 de mayo 2009 - 01:00

Hace seis años se convirtió en el jefe de Bomberos de Granada, un puesto que asumió como la consecución lógica de una trayectoria en la que poco a poco ascendió a todos los puestos del servicio desde que en 1983 entró como bombero. La muerte en un accidente de tráfico del anterior jefe hizo que, como segundo de a bordo, se hiciera cargo de un servicio que cuenta con la simpatía de la ciudadanía y en el que, según confiesa, uno se puede sentir la persona más inútil del mundo, o la más feliz.

-¿Cómo ha cambiado el cuerpo en estos últimos seis años?

-Lo cierto es que ya empezó a cambiar años atrás con Antonio Rodríguez Franco, aunque en este periodo ha habido una mayor inversión. Por eso, el cambio más grande atañe al aumento de plantilla -hemos pasado de los menos de 150 que había en 2004 a los 216 actuales- y a la mejora del equipamiento. La inversión en vehículos en los últimos tiempos asciende a tres millones de euros. Hay 44 del Servicio Contra Incendios y diez más para la agrupación de voluntarios de Protección Civil. En definitiva, son 54 vehículos entre autotanques, autoescaleras, otros de extinción más pequeños, las motos....

-¿Considera que el servicio está preparado para todo?

-Está razonablemente bien cubierto, dado que la plantilla es relativamente amplia. Ten en cuenta que si sólo trabajásemos para la capital tendríamos la mejor ratio de Andalucía, porque tendríamos un bombero por 1.097 habitantes, cuando lo ideal es uno por mil. Bien es verdad que teniendo el Área Metropolitana la cosa cambia un poco: un bombero por 2.400. Cuando entre en funcionamiento el parque de Iznalloz bajaremos el número de población que cubrimos, pero estamos con una plantilla bastante adaptada a las necesidades.

-¿También está preparada para cualquier eventualidad?

-Es verdad que hay acontecimientos que es imposible abarcarlos, como por ejemplo el último terremoto de Italia. Pues bien, por muy preparado que estés para una eventualidad, la verdad es que nunca se puede estar suficientemente preparado.

-¿Ni para un incendio en cualquier edificio de Granada?

-Sí... Ten en cuenta que los edificios a partir de ocho plantas todos llevan sus medidas de autoprotección, como las columnas secas o las bocas de riego siamesas cada dos plantas a partir de la octava. Hay intervenciones más complicadas que otras pero prácticamente en cualquier edificio de Granada tenemos posibilidades de acceder en el tema de altura sin ningún problema y cualquier incendio se puede extinguir sin mayor problema.

-El alcalde no descartaba trasladar el Parque Sur para poder ampliar el Palacio de Congresos una vez que la Diputación ha decidido que el Parque Metropolitano de Bomberos se ubicará en Ogíjares, lo que obligará al municipio a mantener el Parque Sur para la prestación del servicio. ¿Cuál es opinión al respecto?

-Nosotros trabajamos independientemente de que las negociaciones entre la Diputación y el Ayuntamiento lleguen o no a buen puerto. Si lo alcanzan y deciden hacer un parque conjunto me parece bien. Y si no, seguiremos trabajando. En cuanto a la Diputación, si hace su parque lógicamente tendrá su zona de influencia. Pero la mayor capacidad la tiene el parque de Bomberos de Granada, ya que cuenta con más personal que todos los parque juntos.

-El Sindicato Independiente de Bomberos (SIB) ha denunciado ante la Fiscalía y la Inspección de Trabajo la ausencia de un retén permanente en Sierra Nevada, por lo que los efectivos del Parque Sur de la capital tardan "como mínimo" cincuenta minutos en llegar.

-Eso es cierto. Cuando fue el campeonato del mundo del 96 tuvimos allí un retén de forma continua y de hecho, se inauguró el parque que hay en Sierra Nevada y que lamentablemente se ha dejado totalmente obsoleto e inutilizable. La sierra presenta unas dificultadas específicas: por un lado, la distancia, y por otro, las condiciones climatológicas que en un momento dado hacen que sea difícil acceder. No estaría de más que hubiera allí un retén permanente.

-En la denuncia presentada ante el Ministerio Fiscal, el sindicato exige medidas para que se garantice la seguridad de los usuarios del recinto, así como de los bomberos del Parque Sur, a los que "se coloca en una situación de grave riesgo".

-Afortunadamente la siniestralidad en la sierra es mínima, lo que no quiere decir que un día no pueda ocurrir un siniestro de importancia. Es un tema que debería de tenerse en cuenta... Gracias a Dios hasta hoy no ha habido ningún siniestro con víctimas, aunque podría darse el caso y la Diputación o el Ayuntamiento tendrían que tenerlo en cuenta. Pero es que conlleva muchos entresijos porque los municipios de menos de 20.000 habitantes no tienen que tener parque.

-La situación en la Alpujarra es más grave....

-Sí, depende del Parque de Bomberos de Motril y hasta que Cádiar no se haga cargo, se tarda entre hora y media o dos horas en llegar. La verdad es que situaciones como esta son difíciles de corregir. Y no se puede olvidar que todo lo que sea intervenir después de 20 minutos es bastante complicado de cara a la seguridad de los implicados.

-¿Cómo valora el funcionamiento de lo parques de la provincia?

-Los pequeños parques -como Loja, Guadix, Almuñécar o Baza- están funcionando con dos personas diarias de retén y esto es insuficiente para cubrir un accidente o un incendio en un piso. La falta de personal es el problema más grande de los parques pequeños.

-¿Granada es una ciudad de grandes riesgos?

-El riesgo no se puede buscar, viene solo. Estamos en una zona que es espacialmente sensible a los terremotos, aunque se trata de un riego futuro y, claro, nunca se sabe. Por eso se hacen estudios de vulnerabilidad. En cuanto a las inundaciones, no hay grandes riesgos porque tenemos montañas y la Vega, que evacua bastante bien. Y no tenemos grandes industrias, con lo que el riesgo no es excesivamente grande. Hasta el Albaicín es muy seguro: sólo tenemos un fuego de piso por mes y sin grandes consecuencias. Por último, en la A-92 hay tráfico de mercancías peligrosas desde el polo químico de Huelva al Levante, pero no debe decirse que Granada tenga especial riesgo.

-¿Existe un protocolo para actuar ante un terremoto?

-En la oficina técnica tenemos a un geólogo que ha hecho un plan específico de vulnerabilidad y riesgos. No está acabado, aunque la Junta ha realizado otro basándose mucho en lo que nosotros hemos trabajado. Los edificios más importantes están estudiados y se conoce su vulnerabilidad.

-¿De qué depende?

-De la zona en la que estén alzados. Por ejemplo, el Albaicín es una zona mucho más segura que la Vega por la cimentación del terreno.

-¿Ya tienen listo el plan contra incendios para el verano?

-Lo estamos haciendo y espero que lo presentemos pronto. En los incendios forestales colaboramos con el Plan Infoca y cuando un incendio está en nuestro término municipal también lo asumimos, pero aún así queremos poner en práctica nuestro plan para tener unas directrices y normativas en las que apoyarnos. Siempre es bueno que todo esté reflejado para actuar más conscientemente en caso de que haya algo de cierta magnitud y que de esta forma el resultado sea lo menos dañino posible.

-¿Cuántos servicios efectúan en un día?

-El año pasado realizamos 2.900 servicios: una media de ocho al día. La mayoría se refieren a intervenciones livianas. Solemos trabajar en fuegos en pisos, pero tampoco son excesivos, y en accidentes de tráfico que son los que más víctimas generan. También atendemos incendios en contenedores o vehículos, apertura de puertas, rescate de ascensores, retirada de materiales, inundaciones, vientos fuertes a partir de 70 kilómetros por hora. Estamos para casi todo en lo que podamos ayudar a las personas.

-¿Hay alguna intervención que le haya marcado de forma especial?

-Siempre marca cuando hay víctimas. Igual que cuando salvas a alguien; ahí te sientes la persona más feliz del mundo y la situación es inenarrable. Pero si encuentras a una persona muerta, esto te marca de por vida. Cuando llevaba seis meses trabajando murieron dos críos de dos y tres años en Albolote y aquello me marcó porque me sentí el más inútil del mundo. Cuando llegamos salían las llamas por el balcón y la ventana y sabíamos que si había alguien era imposible que sobreviviera. Aún así, cuando removimos lo ardido nos encontramos con una situación muy dura. Con los años te vas haciendo a las situaciones, pero los críos.... Eso afecta mucho.

-¿Cómo se preparan mentalmente? ¿Cuentan con psicólogos?

-Dentro del área de Prevención de Riesgos Laborales del Ayuntamiento está el tratamiento psicológico y siempre se hace un estudio de la plantilla. Aquí tenemos a un psicólogo que además colabora con Cruz Roja y está especializado en intervenciones en catástrofes. Hacemos cursos para estar preparados pero siempre que hay una víctima, eso te marca.

-¿Cuál es su reto profesional?

-No me gusta marcarme expectativas a largo plazo y tampoco tengo grandes aspiraciones. Lo que quiero es que el servicio funcione y que le demos un buen servicio a los ciudadanos. Y si es posible, cuanto menos se intervenga, mejor. Cuando uno sale a cualquier siniestro casi siempre ve que las personas tienen problemas. Y los daños materiales tienen arreglo, pero las muertes son irreparables. Mi pretensión es que el Ayuntamiento siga apoyándonos, que tengamos buenos medios, sueldos razonablemente buenos y que cada vez estemos mejor formados.

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