El pasado 2 de marzo, martes, la totalidad de los estudiantes matriculados en segundo curso de Bachillerato en el IES Padre Manjón de Granada fueron a clase. El próximo 5 de abril regresarán a la presencialidad plena los alumnos de tercero y cuarto de ESO. Una semana después, se incorporarán los de primero de Bachillerato. Así, se prevé que para el 12 de abril el cien por cien del alumnado de este centro esté en clase, presencialmente, algo que no ocurría desde el pasado 13 de marzo de 2020.

La Consejería de Educación y Deporte, como vía para hacer posibles las instrucciones dadas por Salud para evitar los contagios de coronavirus en las aulas, dio luz verde el pasado 3 de septiembre –cuando faltaban días para el inicio del curso– a que los institutos pudieran desarrollar un modelo híbrido y dar clases virtuales a partir de tercero de ESO. La medida fue estudiada y aplicada por la mayoría de centros públicos de la provincia, que vieron en la decisión la posibilidad de mantener la distancia social en los centros y crear así espacios seguros para alumnado, profesorado y trabajadores de los centros. El 63,2% de los institutos públicos que imparten ESO y Bachillerato en Granada optaron por un modelo de organización que incluyera clases virtuales –como el caso del Manjón–, mientras que el 36,8% decidieron tener docencia cien por cien presencial, como será en el mismo IES Padre Manjón en cuestión de días.

A las puertas del tercer trimestre son varios los institutos de Granada que sopesan variar el modelo de docencia con el que comenzaron el curso y otros ya han aprobado modificaciones de cara a tener una mayor presencialidad en el último tramo de este extraño año académico. La circular de la Junta que permitía tres modelos de flexibilización en la organización curricular aprueba, precisamente, que se puedan modificar a lo largo del curso.

Rafael Artacho, director del Padre Manjón, indica que el mes de septiembre vino marcado por la incertidumbre. “No se sabía si las medidas serían eficaces”. En el mes de marzo, con todo el alumnado de segundo de Bachillerato en el centro, no han tenido ningún caso, lo que anima a avanzar en recuperar la presencialidad. “Hemos comprobado que los contagios se dan fuera del centro”, apostilla Artacho, que destaca que aunque la solución de clases telemáticas “ha sido aceptable” y la docencia virtual “ha funcionado razonablemente”, este modelo “no puede ser sustituto” de la docencia presencial. Además, indica que hay casos de familias que han revocado la autorización para que sus hijos siguieran las clases desde casa, uno de los requisitos para dar docencia online. “Entre el alumnado hay de todo, hay quien se adapta bien, y hay a quien este modelo le supone un esfuerzo”.

La decisión de impartir parte de las clases de manera telemática vino obligada por la necesidad de mantener la distancia social. ¿Será posible eso ahora? “Donde hay quince o 17 alumnos no es lo mismo que tener 31 o 33, lo tenemos claro, pero en segundo de Bachillerato, con 37 alumnos presencialmente, no ha habido ningún contagio”, lo que implica que el resto de medidas son suficientemente eficaces para evitar los contagios.

En el IES Zaidín Vergeles de la capital granadina, con 1.700 estudiantes matriculados en el inicio del curso, se determinó que en el segundo trimestre habría una mayor presencialidad. Así, se decidió que las clases para adultos fueran en el centro. Ahora, de cara al último tramo del curso se ha aprobado aumentar el número de horas presenciales en el centro educativo. Estas medidas, según explica el director del IES, Manuel Rodríguez Garzón, no son inamovibles. “Si va mal, se vuelve atrás”, explica sobre la particular desescalada en el instituto.

En este tercer trimestre los estudiantes de segundo curso de Bachillerato, que ultiman en estas semanas la preparación para las pruebas de acceso a la Universidad (la Pebau o más conocida como Selectividad) las clases serán presenciales. Se pasa del modelo de docencia sincrónica (con parte del alumnado en el aula, y el resto conectado desde sus domicilios) al tradicional, con impartición de todas las sesiones de forma presencial. El objetivo es preparar lo mejor posible al alumnado para afrontar la Selectividad. El cambio en la dinámica docente viene respaldado por la experiencia de estos meses y la vacunación de parte del profesorado y de los trabajadores del centro. “Además, ahora llega el buen tiempo y podemos tener las ventanas abiertas más tiempo”, esgrime el director del Zaidín Vergeles.

En el resto de cursos también habrá cambios. En el caso de los de segundo de los ciclos formativos, asistirán todos los días lectivos al instituto los estudiantes con asignaturas suspensas. De este modo “se sigue con el espíritu de la norma”, incide Rodríguez Garzón. Se opta por una mayor presencialidad para aquellos estudiantes que más lo necesitan. Así, en junio, cuando estén evaluados los alumnos de cuarto de ESO, se tomará la misma medida con los que tengan que ir a la convocatoria extraordinaria.

En el IES Miguel de Cervantes de Granada capital se sopesa realizar cambios de cara al tramo final del curso. Según explica el director de este centro, Alfonso Centeno, “estamos reconsiderando la situación” con el fin de que las clases de segundo de Bachillerato ganen presencialidad, una medida que afectaría a unos 120 alumnos. La cuestión será decidida por el claustro del centro y todavía está en proceso de evaluación. Detrás de esta posible decisión está la vacunación y la estabilización de la situación, enumera el director.

El presidente regional de la Asociación de Directores de Instituto de Andalucía (Adián), Miguel González Dengra, que es también director del IES Mariana Pineda de Granada, reseña que varios centros han decidido “volver” a la presencialidad total en segundo de Bachillerato, aunque la decisión “depende mucho de las circunstancias académicas, sociológicas e incluso personales”, en relación con el porcentaje de docentes vacunados.