Un presidente que será irrepetible

Firme, solemne, severo, trabajador y acertado son algunos de los adjetivos con los que quienes le conocen definen a Augusto Méndez de Lugo, que abandona oficialmente mañana el sillón de la Presidencia del TSJA

Augusto Méndez de Lugo y López de Ayala fue nombrado presidente del TSJA en 1995.
Y. Huertas / Granada

18 de julio 2010 - 01:00

Para quienes han trabajado codo con codo o muy próximos a él, Augusto Méndez de Lugo y López de Ayala, que mañana cesa oficialmente de su cargo de presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, ha sido y será "un Presidente -con mayúscula- irrepetible".

Compañeros que le conocen bien, como el presidente de la Audiencia de Granada, José Requena, con quien ha coincidido durante mucho tiempo por los pasillos de la Real Chancillería, elogian su tesón y esfuerzo. "Su capacidad de trabajo es asombrosa, casi inagotable; durante 15 años ha abierto el tribunal todas las mañanas mucho antes de las 8.00". Cuando mañana cese, dejará, a su parecer, un TSJA mejor que el que encontró: fortalecido, fuertemente consolidado, bien organizado y prestigiado.

"Firme en las formas, severo en el gesto, solemne en los modos y casi siempre acertado en sus decisiones de gobierno, se ha ganado, por méritos propios, el reconocimiento y la admiración de todas las instituciones y estamentos sociales", subraya Requena. Prueba de ello, como destaca, es que el Parlamento de Andalucía, una vez conocida su intención de abandonar la carrera judicial, se haya apresurado a proponerlo como candidato al Tribunal Constitucional. Este hecho "revela su formación jurídica, valía profesional, prestigio público y, sobre todo, su incombustible vocación y predisposición al servicio público, al servicio del Estado y al servicio de la Justicia, sin duda el rasgo más característico de su personalidad, y todo ello desde el plus de mérito que supone el haber sabido despojarse, desde siempre, de toda etiqueta política".

Con la jefa del Ministerio Público en la provincia, Ana Tárrago, la relación personal e institucional ha sido excepcional. "La relación siempre ha sido muy buena, incluso antes de que fuera nombrada fiscal jefe provincial, cuando era fiscal del TSJA", señala Tárrago, a la vez que ensalza la labor de Méndez de Lugo a la hora "de abrir el TSJA a la sociedad", y colocarlo como institución donde le corresponde. Asegura, además, que siempre ha estado receptivo a todas sus peticiones.

La magistrada granadina Inmaculada Montalbán también ha sido testigo directo del buen hacer del presidente, ya que antes de ser elegida vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género, desempeñó su función judicial en la sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA de Granada. Para ella, el tiempo que Méndez de Lugo ha 'gobernado' la Real Chancillería, ha sido un período "de estabilidad, con una visión de la justicia en su doble vertiente de poder del Estado y servicio publico para la ciudadanía". Entre las cosas que destaca: "el apoyo que siempre ha mostrado a las medidas innovadoras y de modernización" encaminadas a permitir un funcionamiento más eficaz de la justicia.

Son varios los consejeros de Justicia con los que el presidente ha tenido que estrechar lazos: Carmen Hermosín, María José López, Evangelina Naranjo, Begoña Álvarez y, actualmente, Luis Pizarro. Este último como representante del Gobierno andaluz y como consejero de Gobernación y Justicia, le agradece ante todo "la dedicación que ha tenido durante todos estos años a la Administración de Justicia de Andalucía; su labor y compromiso por la judicatura y, por supuesto, por nuestra comunidad autónoma". Pizarro valora el talante de don Augusto, su capacidad de consenso y su continuo esfuerzo por acercar la Justicia a los andaluces. "Su trabajo ha sido fundamental en las relaciones entre la Junta y el TSJA, bajo cuya presidencia se han firmado importantes acuerdos para la mejora y modernización de esta Administración", resalta.

El decano de los jueces del Partido Judicial de Granada, Francisco Sánchez Gálvez, cree que Méndez de Lugo ha sido "una persona sumamente trabajadora" y que tiene fama merecida de ello. Lo más destacable de su etapa al frente del Alto Tribunal es, a su juicio, que ha logrado que el TSJA tenga "un lugar relevante institucionalmente, tanto a nivel autonómico como de organización judicial en el Estado".

Además, ha estado siempre en permanente comunicación con el gremio de abogados. "Siempre hemos coincidido en que el abogado no es un mero colaborador de la Justicia, sino que también es Justicia, al igual que los jueces y fiscales", dice por su parte el decano del Colegio de Abogados de Granada, José María Rosales de Angulo. "Ha sido -añade- amigo de la abogacía, y lo digo en el mejor de los sentidos jurídicos". La relación, de hecho, ha sido muy fluida tanto con el colectivo de letrados granadinos como con el Consejo Andaluz de Colegios de Abogados.

Con los medios de comunicación, Méndez de Lugo ha tenido también siempre un trato cordial y respetuoso. Consciente de la importancia de la comunicación, ha propiciado, a través de un profesional gabinete de prensa, acercar la información judicial al ciudadano a través de nosotros los periodistas, facilitándonos notablemente el acceso a las noticias que emanan de los juzgados. Por ello, don Augusto, muchas gracias y hasta siempre.

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