El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Loja tiene previsto tomar declaración este jueves al joven de 23 años que permanece detenido en relación con la muerte violenta del chico de 19 años, que falleció en la mañana del lunes tras ser golpeado, caer al suelo e impactar su cabeza contra un bordillo en una calle adyacente al recinto donde se celebraban las fiestas patronales de Íllora, en el Poniente de Granada.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía han señalado que la previsión es que este jueves, es decir hoy,  sea puesto a disposición del juez en Loja, cabecera de comarca. Mientras tanto, la situación en Íllora es de tranquilidad, aunque la Guardia Civil mantiene un dispositivo de vigilancia.

El Instituto Armado ha retirado efectivos del dispositivo especial que ponía en marcha el lunes tras la muerte violenta de este joven, hechos por los que se produjeron altercados en la noche contra viviendas del entorno familiar de este último, y el ahora detenido se entregó al mediodía del martes. "Estamos en unos momentos todavía sensibles", ha señalado la subdelegada del Gobierno en Granada, Inmaculada López Calahorro, a preguntas de los periodistas.

Tras los hechos, y coincidiendo con el día de su patrón, San Rogelio, el Ayuntamiento de Íllora decretó este pasado lunes tres días de luto oficial, y suspendió las fiestas patronales. Este martes a última hora de la tarde, en una misa funeral multitudinaria en la iglesia de la Encarnación, los vecinos del pueblo, de unos 10.000 habitantes, despidieron al joven fallecido, sin incidentes.

Íllora se despidió de Juan

Un pueblo al unísono, al compás, al dolor y a la rabia. A nadie sorprendió la gran cantidad de personas que abarrotaron minutos antes de las 20:00 horas tanto el templo como sus inmediaciones con motivo del funeral de este joven. El pueblo acompañó a familiares y allegados y han dado su último adiós a la víctima.

Los vecinos de Íllora se concentraron en torno a la Iglesia de la Encarnación para despedir a Juan. A su llegada del lugar sagrado, donde se ha oficiado una misa, el féretro ha sido portado por amigos del fallecido, la mayoría vestidos de negro, con flores y visiblemente emocionados por la pérdida de Juan.

Tras el oficio religioso, los aplausos tanto dentro como fuera de la iglesia rompieron el silencio y el ataúd se portó a hombros por un grupo de amigos de la víctima para conducirlo hasta el cementerio de la localidad, donde recibirá sepultura.

Llamamiento a la tranquilidad 

El alcalde, Antonio Salazar, ha hecho un llamamiento a la tranquilidad y ha pedido que se deje trabajar a los cuerpos y fuerzas de seguridad y a la justicia mientras se completa la investigación del suceso.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha unido al "dolor" del pueblo de Íllora y ha pedido "cabeza fría" porque las fuerzas de seguridad "trabajan para que haya justicia".

"Todo el pueblo quería a Juan y perder a un hijo así tiene que ser insoportable", ha señalado el presidente andaluz en su perfil oficial de la red social Twitter, donde ha trasladado el "abrazo" de la comunidad a los padres, amigos y a toda la familia del joven fallecido.

También ha hecho un llamamiento al "respeto y la convivencia" el consejero andaluz de la Presidencia e Interior, Antonio Sanz, quien ha asegurado que "no se pueden aceptar este tipo de comportamientos, que merecen la repulsa y el rechazo de toda la sociedad", ha subrayado Sanz, que ha condenado "cualquier tipo de agresión y de enfrentamientos".

Denuncias 

La Sociedad Gitana Española ha presentado una denuncia contra el alcalde de Íllora, Antonio Salazar, por una supuesta incitación al odio tras la muerte violenta de Juan en las fiestas del pueblo el pasado lunes de madrugada, hechos por los que hay detenido otro varón de 23 años, y tras los que se produjeron daños en viviendas del entorno familiar de este último en este municipio del Poniente de Granada.

Así lo ha señalado en un comunicado esta asociación, que ha presentado la denuncia este pasado martes en el Juzgado de Guardia, la Jefatura Superior de Policía Nacional de Andalucía Oriental y la Fiscalía Superior de la Comunidad Autónoma por unas declaraciones de Salazar que este ha negado haber hecho.

Según la Sociedad Gitana Española, se trata de "graves delitos", que "han generado odio contra familias gitanas", por lo que piden que "se detenga de forma inmediata" al alcalde.

Además, preparan una concentración para que "cuando se produzca esa detención" cientos de personas se presenten como "acusación particular y popular exigiendo su ingreso en prisión".

"Sus declaraciones pueden fomentar, como ya han fomentado", han agregado, "un atentado de odio racista contra familias gitanas que se han visto obligadas a marcharse por miedo a ser víctimas de asesinatos en tal municipio incluido niños menores de edad y personas mayores que nada tienen que ver con el delito que ha cometido una persona con nombres y apellidos".

La denuncia también se presenta contra las administraciones públicas por supuestamente permitir una "manifestación ilegal" contra dichas viviendas, así como contra los responsables de Policía Local y Guardia Civil y "contra los autores intelectuales y materiales de tales delitos".

Cabe recordar, por otra parte, que la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas Fakali ha condenado los hechos acontecidos en la localidad granadina de Íllora.

La asociación ha denunciado por escrito a la Fiscalía Provincial de Delitos de Odio de Granada para que inicie las investigaciones pertinentes para dirimir posibles responsabilidades penales que pudieran derivarse "del accionar de un grupo minoritario de vecinos que, aprovechando la concentración pacífica convocada en repulsa por la muerte violenta del joven de 19 años, procedió presuntamente a atacar las propiedades de familias gitanas del pueblo".

"Estos hechos nos recuerdan acciones violentas del pasado que merecen nuestro más absoluto y contundente rechazo", indica la entidad.

El alcalde se defiende 

Por su parte, el alcalde de Íllora, Antonio Salazar, ha aclarado a EFE que en el pueblo no se ha producido ninguna incitación al odio y que en la localidad siempre ha habido una "magnífica convivencia" con toda la población gitana.

En este sentido, ha atribuido los altercados del pasado lunes -que serán debidamente denunciados- a la rabia, la impotencia y el dolor por el trágico suceso, que explotaron en un determinado momento en el pueblo, que sigue siendo "tranquilo y seguro".