Granada disfruta del primer día de Cruces entre barras llenas y ambiente familiar y festivo
La ciudad ha vuelto a engalanarse para una fiesta que sigue consolidada como una de las grandes citas del calendario granadino
La fiesta tuvo dos ambientes claros, uno más juvenil en las barras, y otro más familiar en colegios y patios
Guía de las cruces en Granada el 2 y 3 de mayo: seguridad, horario, mapa y programa para disfrutar los dos días de fiesta

Granada/Granada y las Cruces de Mayo son un binomio que nunca falla. Ya sea fiesta de un día o dos, los granadinos empezaron a disfrutar ayer de una de sus fiestas más queridas y antesala del Corpus, algo que se repetirá este sábado en una segunda ronda. Este año 2025, nuevamente se repite la fórmula de los dos días de fiesta, imitando lo ocurrido el pasado año, y mucha gente espera ya que para 2026 se repita debido al éxito que han tenido. Aunque para eso todavía falta, y muchos no han desaprovechado la oportunidad de vivir el presente y saborear el momento.
La festividad ha vuelto a tener dos ambientes claramente identificados: uno más juvenil, fiestero y de más aglomeraciones, y otro más familiar y distendido, para todas las edades. Las barras de Paciencia y Penas, San Jerónimo o Las Mercedarias han estado llenas desde la tarde, mientras que en otras zonas como colegios o el Ayuntamiento la estampa era de familias con niños, sevillanas y fotos a las cruces, con más espacio y tranquilidad. No faltaban las comparaciones con las decoraciones de otros años ni las críticas, por muchos peros con tijeras que hubiera.
La lectura y el baile de “un pregón inolvidable hablado desde el alma”, a cargo de Agustín Barajas, marcó el inicio oficial de la celebración. El bailaor y coreógrafo condujo a todos los asistentes a los momentos de vivió en su infancia, a sus primeros bailes, a los altares típicos del Albaicín, al bullicio de una ciudad que se transforma para las Cruces, y al aroma de tradición que impregna Granada cada 3 de mayo. En un pregón en el que estuvo muy presente el flamenco, aseguró que en "Granada la cruz no pesa, no es madera ni dolor, es flor que se abre en el alma, es júbilo y es color".
Las palabras del pregonero se fueron alternando con bailes y cantes como el Dale limosna mujer, o letras dedicadas a la ciudad, a la Virgen de las Angustias y a la fiesta. Habló del Albaicín, del Sacromonte, de la Granada más flamenca y de la idiosincrasia granadina. "Hoy Graná se ha despertao distinta. Es un día grande de los que uno sueña cuando mayo llega, es memoria, es raíz, y es decirle al mundo entero por granaínas que aquí quiero volver", aseguró.
Barajas, además, hizo alusión a referentes universales de las letras como Federico García Lorca o a maestros flamencos como Enrique Morente o Eva Yerbabuena, y a que Granada ni "excluye" ni "margina", y que quiere a Manuel Liñán, el bailaor granadino que ha sido atacado en redes sociales por bailar con bata de cola, con "amor por su arte" como ciudad caracterizada por la tolerancia, el respeto y la ejemplaridad, "sea bailando con bata o como sea". La alcaldesa, Marifrán Carazo, agradeció a Barajas "hablar desde el alma, como solo tú sabes hacerlo, bailando con las palabras, evocando con los silencios y rindiendo tributo, una vez más, a los grandes nombres de esta tierra".
Las barras, el reclamo de la juventud
Con la festividad en marcha, las calles de la capital se fueron llenando poco a poco de personas de todas las edades. Las barras se abrieron a las 14:00 horas para los granadinos, que se fueron lanzando a la calle progresivamente después de trabajar para vivir las Cruces como sólo se sabe en Granada. Vestidos de flamenco, trajes de chaquetilla, mantillas, flores y peinetas se iban mezclando con vestimenta más casual y elegante para ir dando colorido a las calles de la ciudad. El calor primaveral se fue calmando con el paso de las horas, a base de refrescos, rebujito, abanico, y gracias a unas pocas nubes, que daban la nota de color blanco a un cielo azul que, aunque amenazaba lluvia, perdonó el viernes.
El lleno total se vivía durante la tarde en la calle Duquesa, donde las barras de Paciencia y Penas no daban abasto desde las 16:30 horas; en San Jerónimo, que este año tiene el espacio más acotado y la cruz en uno de los laterales; y en el Colegio de las Mercedarias, donde se declaró el aforo completo a las 19:00 horas. Aquí el ambiente era jovial y juvenil, con muchas jarras de rebujito, cerveza, platos de migas y habas con salaíllas.
En el Colegio Mayor San Bartolomé, Ana, una granadina estudiante de Psicología, explicaba la fiesta a sus amigas Lucía, de Macael (Almería), y Candela, del Valle de Arán (Cataluña). Tenían preparada una ruta para vivir las Cruces intensamente que iban siguiendo a rajatabla. "Empezamos aquí en Paciencia y Penas, después San Jerónimo, Ave María, Colegio Genil, Compañía de María, y rematamos la fiesta en Congresos", comentaron a este periódico.
Mientras, sacándose una foto con la cruz estaban Antonio, de Salobreña, junto a sus compañeros Álvaro y Guille. Los tres trabajan en Madrid, y querían salir de la capital por el puente del 1 y 2 de Mayo. "Se nos ocurrió la idea de las Cruces, y vimos la oportunidad de venir y pasarlo bien", valoraron, a la vez que preguntaban por las diferencias entre esta fiesta y el Corpus. Antonio les explicó ambas festividades, y acabaron asegurando que vendrán en un mes y medio a la feria.
En San Jerónimo, Nohemí y sus amigas aprovecharon para vivir el viernes la fiesta en la capital, para este sábado ir a sus municipios y hacer la segunda ronda más cerca de casa. Conocen la fiesta de primera mano y celebran que haga sol y se pueda disfrutar. "Es un acierto los dos días de fiesta, ya que te permite aprovechar mejor el tiempo", aseguraron, mientras hacían planes sobre la siguiente barra que visitar.
Por su parte, en el Colegio de las Mercedarias el lleno también fue total. Patrullas de la Policía Local se dejaban ver de vez en cuando para despejar la calle y que los vehículos pudieran pasar, pero no se registraron incidentes. El grupo de Paola, Lucía y Sara hacía cola para intentar entrar. "Unas amigas nos han dicho que viniéramos, que estaba genial, pero llevamos casi media hora esperando", aseguraron. Preguntadas sobre la fiesta, comentaron que la han vivido desde pequeñas, aunque ahora ha cambiado la forma de celebrarlas. Antes era con sus padres, y ahora con sus amigas, compañeras de la universidad, e incluso con compañeras de piso de compañeras de carrera. Una mezcla solo entendible en citas grandes como esta.
Gran ambiente para pequeños y mayores
Visitar las cruces instaladas en el Ayuntamiento, en los colegios del Centro como el Sagrado Corazón o los Escolapios, o en los patios sin barra, era vivir las Cruces de Granada de una forma completamente distinta. El ambiente familiar de pequeños y mayores se mezclaba con el turístico. Los trajes de flamenca iban y venían por las calles, mientras curiosos comentaban la estampa. En plena calle Reyes Católicos, una mujer con acento mexicano que aseguraba venir de la Baja California le pedía una foto a un grupo de señoras vestidas de flamencas, que no dudaron en posar junto a ellas.
En la Plaza del Carmen, por el escenario no pararon de pasar grupos de baile durante toda la tarde. A los pies del mismo, familiares de quienes mostraban su arte no paraban de inmortalizar el momento, mientras al otro lado lo más fotografiado era la cruz municipal. Minutos antes de subir a bailar, Sofía Carmona, la seño de la Asociación Juvenil Flamenco El Jaleo, daba las últimas instrucciones a sus alumnas, para después pisar el tablao y hacer las delicias del público.
Carmona aseguró a este periódico que tener un espacio como este en un día tan importante como las Cruces es "todo un honor". "Compartir con la gente que nos quiera ver todo lo que trabajamos cada año es una maravilla. A las niñas les encanta salir y vivir algo como esto, le dan mucha importancia. Y las madres también están ilusionadas, les encanta venir y grabar y echarles fotos. Se les cae la babilla", valoró entre risas.
Rosa y su marido aprovecharon las primeras horas de la tarde para vivir la fiesta y sacar fotos de todas las cruces instaladas este año, con una energía más propia de un adolescente que de su edad, ambos ya jubilados. "Mi familia está en Londres por el puente, y les estoy haciendo el reportaje de las Cruces", se reía, mostrando todas las instantáneas tomadas hasta el momento. Ambos son granadinos, y tienen la tradición integrada desde pequeños. "Ha cambiado mucho con los años, y ahora da gusto salir y vivir el ambiente", comentó.
Mientras, en el Colegio Público Genil, Melendi y El Barrio ponían el ambiente por los altavoces, mientras Mari Luz sostenía en brazos y bailaba con Ariadna, una recién nacida que vivía sus primeras Cruces regalando sonrisas a todo el que se acercaba. "Esta fiesta se puede disfrutar con cualquier edad. Mis padres me trajeron de bebé y yo hago lo mismo con ella. Para que conozca rápido las tradiciones", dijo.
La cruz de Cervezas Alhambra instalada en la explanada de Congresos es una de las novedades de este año, y aquí el ambiente ha sido más distendido, gracias al gran espacio disponible. Con pequeños toneles que hacían las veces de mesa. Grupos de todas las edades se reunieron para charlar y durante toda la jornada un set de DJ y de cantantes de versiones pusieron su arte desde el escenario para dejar una estampa más parecida a un festival que a unas Cruces.
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