Primer día de curso en la Universidad de Granada: Cuenta atrás para el nuevo estatuto, novedades en los comedores y obras en estos campus
Unos 10.000 estudiantes estrenan vida universitaria este lunes
La UGR afronta el curso con cambios, como el que afecta a los alojamientos estudiantiles, y estrenos, como el UGR Dones
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La Universidad de Granada estrena este lunes 16 de septiembre un nuevo año académico. Por delante, un año académico en el que la institución pondrá en marcha el edificio UGR Dones, se acometerán las obras de emergencia en dos de los patios de Derecho, se culminará la reforma de la piscina olímpica de Fuentenueva y se avanzará de forma considerable en los nuevos estatutos de la UGR. En el terreno más doméstico, los comedores universitarios, un servicio único en el panorama de la educación superior en España, eliminan el pago en efectivo.
Por partes. El estreno del UGR Dones se prevé en cuestión de semanas. El centro de investigación universitario, que cuenta con una inversión de 14 millones de euros por parte de la Junta, supone un paso adelante en el proyecto, estratégico, del acelerador de partículas que se proyecta en Escúzar. El UGR Dones será un complemento al IFMIF Dones, donde se estudiarán nuevos materiales y sus aplicaciones en varios campos científicos. Su estreno supondrá un motivo de satisfacción para la Universidad y también para la comunidad científica que está detrás de este gran proyecto, el del acelerador, en el que participan España, Croacia e Italia como socios y que en octubre, en una nueva reunión del comité directivo, podría sumar nuevas adhesiones.
En cuanto al resto de infraestructuras universitarias, desde la UGR y la Junta se trabaja en buscar colaboración privada para poner en marcha otros proyectos estratégicos, como la Azucarera de San Isidro. La Universidad ya cuenta con 8 millones del Gobierno central para una primera fase, pero la inversión que requerirá el que será el campus verde e inclusivo de este complejo industrial excede la capacidad de la institución. Se llama a todas las puertas. Así lo aseguró el rector, Pedro Mercado, el pasado viernes, en la apertura del curso académico.
Hay cuestiones incluso más urgentes. Ahí está Derecho. La pasada primavera regresaron los andamios al Colegio San Pablo. El deterioro de las estructuras de dos patios hicieron necesario intervenir sin dilación para estabilizar las fachadas. Ya se ha licitado el proyecto de obra. Cuando se apruebe, se corregirán las deficiencias detectadas y que se han visto agravadas por el enjambre sísmico de 2021 y las lluvias, intensas, de la pasada primavera.
Otra obra que este curso se completará será la de la piscina de Fuentenueva. Las actividades deportivas se estrenarán previsiblemente en el curso 2025/2026, pero en los próximos meses se verá cambiar la fisonomía del campus de Fuentenueva. Las obras, que realiza la Consejería de Fomento, tienen un periodo de ejecución de 13 meses y un coste de 4,4 millones de euros. Más de una década ha estado cerrada esta infraestructura, que además de dar servicio a la comunidad universitaria estaba abierta a los granadinos tanto para la práctica deportiva como para disfrutar del verano.
También deberá adaptarse la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Informática y Telecomunicación (ETSIIT). Este curso deben ponerse en marcha los recursos para el estreno, en el curso 2025/2026, del nuevo grupo de Informática, al que seguirá un nuevo grupo en Telecomunicación. El nuevo grado de Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial, conjunto con Melilla, se impartirá desde el curso 2026/2027. Para este crecimiento está previsto un nuevo edificio en la Escuela
La Universidad se construye no sólo con ladrillos. En este curso se avanzará en la modificación de los estatutos. Todo el proceso debe estar listo para marzo de 2026, según indica la Secretaría General de la UGR. Se dará cumplimiento así a la Ley Orgánica del Sistema Universitario, la LOSU, con cambios de calado en la "máxima norma reguladora" de la institución. En junio se aprobaron las normas de funcionamiento de las tres comisiones constituidas para elaborar los nuevos estatutos. En estos meses también se pondrá en marcha la nueva ley universitaria andaluza, la LUPA, cuyo anteproyecto pasa este martes por Consejo de Gobierno de la Junta. También se avanzará en una nueva Ley de Ciencia andaluza, que repercutirá, como no puede ser de otra manera, en la Universidad de Granada. También está previsto que se inicie la redacción del tercer Plan de Igualdad.
Otra cuestión normativa que se aguarda desde hace años y que está ya a punto es la regulación del paro académico. Tan a punto está que figuró en el orden del día del último consejo de gobierno de la Universidad antes de las vacaciones. Finalmente se retiró con la intención de presentarlo de nuevo en el primer consejo de gobierno de este año. El paro académico es una de las cuestiones sobre las que más ha debatido el Rectorado con la Delegación General de Estudiantes.
Sobre relevos en los puestos de responsabilidad en la UGR, el cambio que se espera para este curso es el del Defensor Universitario. Antonio Ángel Ruiz Rodríguez se despidió la pasada primavera de esta delicada encomienda, que ha desarrollado durante nueve años.
En cuanto a financiación, una vez que la Junta ha anunciado una dotación extraordinaria para dar respuesta a las demandas por parte de los rectores andaluces en cuanto al modelo ya aprobado, la Universidad de Granada tiene sobre la mesa la necesidad de negociar con el Gobierno el dinero para Ceuta y Melilla, diez millones que el consejero de Universidades, José Carlos Gómez Villamandos, conminó a solicitar a Madrid. Habrá, según el consejero, 71 millones para nuevas convocatorias a las que podrá concurrir la Universidad. Se buscará dinero en entes públicos, privados e incluso extranjeros, como el Banco Europeo de Inversiones.
En el día a día habrá cambios que la comunidad universitaria -a la que se suman unos 10.000 estudiantes de primer curso de grado- notarán desde esta misma semana. El más palpable será el que se dé en los comedores universitarios, que eliminan el pago en metálico. Cabe destacar que hasta mediados del pasado curso sólo se podía pagar en efectivo. En primavera llegaron los primeros datáfonos y ahora sólo se puede pagar con tarjeta. El servicio de comedores in situ comienza el martes.
El estudiantado tendrá un nuevo programa de asistencia y prevención del suicidio, el Prosiris, que se presentó la pasada semana y que quiere velar por la salud mental de la comunidad universitaria. En unos días, el 10 de octubre, se darán datos sobre este tema basados en las encuestas hechas el pasado curso por el Gabinete Psicopedagógico y la Delegación del Rector para la Salud.
Otro aspecto que afecta al día a día de quienes desde este lunes llenan las aulas universitarias es el alojamiento. Unas 30.000 personas vienen a Granada para estudiar y necesitan un lugar para vivir. A finales del pasado curso se anunció la puesta en marcha del sello de calidad para alojamientos promovido en campaña electoral por el rector Mercado un año antes. Se les pide a los propietarios tener el certificado energético, mobiliario (aunque no se ha especificado desde la UGR qué mobiliario), "condiciones mínimas de higiene según norma", ventilación e iluminación adecuadas e instalaciones adecuadas de fontanería, electricidad o climatización, según la respuesta dada desde la Oficina de Gestión de la Comunicación, que también indica que colegios mayores y residencias adscritas -con la obligación ya desde este curso de ser mixtas- están al 90% de su capacidad.
Con el sello de calidad se pretende "dar seguridad y confianza a nuestro estudiantado", según el rector, que también indicó en la apertura de curso que es necesario "repensar el sistema". Este curso se estrena una nueva residencia universitaria privada, Student Experience, en el PTS. El precio, a partir de 695 euros.
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