"Es el primero empezando por la izquierda"
Las ruedas de reconocimiento que se realizan en los juzgados son una fuente de anécdotas y una diligencia en la que muchas veces faltan figurantes voluntarios · Se suele recurrir para este tipo de procedimientos a funcionarios de los juzgados o allegados del sospechoso
Si está usted por los juzgados, no se extrañe si algún día un policía le pide que le acompañe para participar como 'extra' en una rueda de reconocimiento. Se puede negar, pero recuerde que los ciudadanos tienen la obligación de colaborar con la Justicia.
En cualquier caso lo normal es que no se reclute a gente de la calle, sino que se utilice como figurantes a otros detenidos que en esos momentos se hallen en los calabozos y reúnan características físicas similares a las de la persona a reconocer. "A alguno ha habido que prometerle que si lo reconocen equivocadamente no le pasará nada", apunta un funcionario de los juzgados de Caleta.
Los ciudadanos que se encuentran por los juzgados y son requeridos para que participen suelen ser "muy recelosos". Por eso, son muchas las veces en las que se tiene que reclamar "como favor" la ayuda de los de la 'casa', es decir, de los propios funcionarios.
Las anécdotas son también muchas. "Una vez fue gracioso, porque entramos dos agentes judiciales de dos juzgados distintos en una rueda en la que tenían que reconocer a un padre y a un hijo, y nos reconocieron erróneamente a los dos, a mí como el hijo y al otro como el padre. Desde entonces llamo a mi compañero papá", cuenta entre risas un funcionario de Instrucción 6.
También es frecuente pedir al sospechoso que sea él quien busque entre sus familiares y amigos a figurantes. Y, claro está, suele seleccionar a quienes más se le parecen para poner las cosas más difíciles a la víctima.
Además, si el imputado está preso, suele cambiar adrede su aspecto para despistar. "Si mi cliente me lleva a personas parecidas, les digo que se vistan igual y que se tinten todos el pelo como mi cliente y que se peinen igual; es una de nuestras estrategias para intentar confundir al personal", confiesa una letrada.
La rueda de reconocimiento es una diligencia que se utiliza en la fase de investigación de un asunto judicial para la identificación del presunto autor de los hechos. La ordena el juez (artículo 369 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal) y si se hace bien "es determinante", explica otro trabajador de los juzgados de Granada.
En una ocasión, uno de los juzgados que llevaba un caso de violación a una joven por un encapuchado, organizó una rueda un tanto especial. Se pidió a todos los participantes y al sospechoso que se pusieran un antifaz y que uno a uno se acercase al cristal y clavara la vista en él. La víctima reconoció a su agresor por sus ojos. Además, más de una mujer víctima de un robo con violencia cuando ha visto al individuo que la atracó, "incluso pasados los meses, se ha orinado del susto", comentan en el mismo juzgado.
"A veces la rueda está viciada porque los denunciantes antes han visto fotografías. Es imprescindible realizarla con las formalidades y como ordena el citado artículo", subraya la abogada.
La rueda se hace en una habitación al efecto que hay en el sótano del edificio de los Juzgados. Es una habitación con un cristal y con números en la pared. Los que componen la rueda no pueden ver a quien los va a identificar, mientras que el que va a identificar, lógicamente, los ve a todos frente a él.
La rueda se conforma por el imputado y personas (normalmente tres o cuatro más) de características físicas semejantes (edad, color de piel, estatura y complexión parecidas).
En este acto están presentes obligatoriamente el juez que investiga el hecho y el secretario del juzgado, así como el abogado del imputado a reconocer. Si hay un perjudicado y se ha personado en el procedimiento con abogado, al ser parte, también puede estar.
El desarrollo de la diligencia es como se plasma en las películas. Los sujetos en cuestión (el sospechoso y los figurantes) se sitúan en fila, en paralelo y normalmente el abogado interviene para colocar según mejor convenga. A continuación, el denunciante, perjudicado o testigo señala al autor refiriéndose con un número, por ejemplo: "el primero empezando por la izquierda".
"Yo he entrado en alguna ocasión como voluntario a una rueda de otro compañero para colaborar con la Justicia, pero también para que se acabara con celeridad esa diligencia y se comenzase la mía", comenta otro letrado granadino.
En Granada hay nueve órganos de instrucción (dedicados a la investigación de los hechos y al enjuiciamiento de faltas). No existe una estadística al respecto, pero, según fuentes de estos órganos, se pueden realizar una media de cinco ruedas de reconocimiento al mes.
Todos los operadores jurídicos consultados sobre esta diligencia coinciden en que no es un acto fácil ni agradable para la víctima y que puede ser una prueba crucial para enviar a un tipo a prisión.
Eso sí, si es un reconocimiento con dudas es como si lo no hubiese habido.
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