Los principales incendios que han afectado a edificios religiosos de Granada

Los siniestros más recientes han sido los más aparatosos: el del Palacio Arzobispal y la Curia Eclesiástica, en 1982, y el de la Abadía del Sacromonte, en 2000

En 1916 los granadinos salvaron la imagen de la Patrona de Granada tras declararse un incendio en el Camarín de la Virgen de las Angustias

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La Abadía del Sacromonte fue el escenario del último gran incendio de un edificio religioso en Granada. / G. H.
Pablo Quílez

02 de junio 2025 - 19:43

El incendio que se ha declarado en la mañana de este lunes en las inmediaciones de la Iglesia de San Gil y Santa Ana y que puso en riesgo uno de los edificios que forma parte del patrimonio monumental de Granada ha hecho recordar que no es la primera vez que el fuego se ha cebado con monumentos religiosos de la ciudad, algunos tan devastadores como los ocurridos en el Palacio Episcopal, en 1982, y la Abadía del Sacromonte, en 2000. Especialmente emotivo en la ciudad, fue el que afectó a la Virgen de las Angustias, a principios del siglo XX. También hubo más iglesias afectadas por las llamas a lo largo de la historia de Granada.

Abadía del Sacromonte

Los fuegos más recientes aún están grabados en muchas retinas de granadinos que fueron testigos. El más cercano en el tiempo fue el que se produjo el jueves 21 de septiembre del año 2000. Recién habían comenzado un nuevo milenio cuando el infortunio se cebó con uno de los edificios más emblemáticos del patrimonio granadino: la Abadía del Sacromonte. Se dio la circunstancia de que poco antes los alumnos de la Escuela Taller Armonía habían concluido la restauración. Ese día, cuando oficialmente comenzaba el otoño de ese año, de forma fortuita, se declaró un incendio en el denominado Colegio Nuevo del complejo monumental. Fue en el tejado, y de ahí el fuego se extendió por todo el edificio y amenazó con convertir en cenizas la biblioteca y todo su contenido, lo que no ocurrió por los bomberos, que, según cuentan las crónicas, se salvó in extremis. Según fuentes del Parque de Bomberos, el fuego pudo originarse en la chimenea y nunca se pudo aclarar si fue a consecuencia de una negligencia o un descuido. Al final, el edificio colapsó. Menos mal que en su interior no había obras de arte de especial significado. Y lo más importante, se salvó la biblioteca, trabajo en el que se dejaron el pellejo los profesionales de entonces.

Palacio Episcopal

Más veteranos son los que recuerdan el incendio que se produjo en pleno centro de la ciudad, junto a la Catedral, en frente de la Iglesia del Sagrario y junto a la plaza de Bib-Rambla. Cuando apenas faltaban horas para que las tradicionales doce campanadas dieran paso a 1983 un incendio destruyó una amplia parte del Palacio Arzobispal y la Curia Eclesiástica. Cuentan las informaciones de entonces que el siniestro comenzó en una caseta adosada a la fachada del edficio en la Plaza de Bib-Rambla, que se extendió rápidamente. Las llamas alcanzaron las cornisas del edificio y entraron los los huecos altos. El fuego destruyó la cubierta y la fachada del Palacio Arzobispal que da a la céntrica plaza, incluyendo una escultura de la Virgen de las Angustias.

Incendio en el Palacio Arzobispal. / G. H.

La restauración del edificio fue un proceso largo y arduo. De hecho se realizó en varias fases. En 1983, el Ministerio de Cultura reemplazó las cubiertas dañadas. Entre 1987 y 1991, la Consejería de Cultura inició la restauración del resto del conjunto. Posteriormente, se llevó a cabo la segunda fase de la restauración, dirigida por el arquitecto Pedro Salmerón Escobar. En total, más de 20 años de trabajos.

Camarín de la Virgen de las Angustias

Si hay un lugar que es centro de devoción de todos los granadinos ése es la Basílica de la Virgen de las Angustias. Fue a principios del pasado siglo, concretamente la noche del 26 de julio de 1916, cuando fue pasto de las llamas la techumbre del Camarín de la Virgen. La venerada imagen de la Patrona de Granda fue salvada in extremis por devotos, que la llevaron hasta la Catedral, donde tuvo que estar durante los siguientes ocho meses. No volvió a su 'casa' hasta el Viernes de Dolores de 2017.

La imagen de la Virgen de las Angustias fue salvada de las llamas en 1916. / José Velasco / GPMedia

Cuentan que muchos granadinos acudieron al lugar del incendio en cuando se produjo el sonido de campana de incendio que expandió por toda la ciudad desde el campanario de la Catedral. El origen del fuego estuvo en un desafortunado cortocircuito, aunque se podía haber tomado medidas pues la instalación ya había dado un serio aviso tres años antes.

Iglesia de San Cecilio

Si a principios del siglo XX fue la basílica de la Patrona de Granada la que sufrió los efectos del fuego, sobrepasada la mitad del siglo, concretamente en 1969 cuando le 'tocó el turno' a la iglesia que lleva el nombre del Patrón de la ciudad. El 22 de diciembre de 1969 cuando las llamas destruyeron buena parte de la Iglesia de San Cecilio, que quedó prácticamente en los muros, así como varias obras de arte, como el retablo de la iglesia, el artesonado algunas pinturas. Se salvó de la quema la talla del titular de la iglesia por estar en un lugar muy complicado del altar mayor. En los años 70 del pasado siglo concluyó la restauración de la iglesia.

II República

Granada, como el resto del país, no se libró de algunos episodios de quema de conventos e iglesias propiciados por el ambiente anticlerical que por entonces había en algunos espacios políticos de esa complicada etapa de la historia de España. Los primeros sucesos se produjeron poco después de que se proclamara la II República en 1931. El 12 de mayo intentaron quemar el colegio de los Maristas y los conventos de los Agustinos y el de las monjas del Realejo. Todos estos incendios no fueron a más porque sofocados por la rápida intervención de los bomberos.

Tras varios intentos por parte de lo más exaltados durante unos días de disturbios sociales, el 10 de agosto de 1932 los milicianos incendian la iglesia de San Nicolás, en el Albaicín, Entre otros bienes, se quemó el artesonado, de estilo mudéjar y de un valor incalculable. La bóveda resistió tres años, pero los daños ocasionados afectaron a su estructura y se vino abajo.

Un año después, poco después del triunfo de la CEDA en las elecciones generales del 19 de noviembre, se produjeron disturbios en todo el país. En la noche del 9 de diciembre de 1933 hubo incendios en los conventos de Santa Inés y Santo Tomás de Villanueva (las Tomasas), el Beaterío de Recogidas, la sacristía de la iglesia de San José y las iglesias de San Cristóbal, San Gregorio Alto y San Luis. En esta última, que nunca fue restaurada, el fuego fue devastador y sólo quedó en pie la torre.

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