Educación Granada

Así es el proceso de escolarización en los barrios de Granada en los que apenas hay niños

  • Los centros del Albaicín y Realejo demandan facilidades en el transporte y la bajada de la ratio

  • Buscan alumnado en los municipios del Área Metropolitana ante el descenso de las matrículas

Alumnado y profesoras del Genil, disfrazados el pasado viernes dentro de la iniciativa 'Viaje al mundo del Genilillo'.

Alumnado y profesoras del Genil, disfrazados el pasado viernes dentro de la iniciativa 'Viaje al mundo del Genilillo'. / José Velasco / PS

"El barrio se está muriendo”. La directora del colegio Nuestra Señora de las Mercedes, Griselda Frápoli, en calle Santa Escolástica –la vía de acceso al barrio del Realejo– reconoce que este año tampoco tendrá las solicitudes suficientes para llenar las dos unidades de primer año de segundo ciclo de Infantil que el centro tiene concertadas con Educación. “Nos faltan unos quince alumnos”. Pese a eso, explica es que “optimista” con respecto al proceso de solicitud de plaza para el próximo curso 2022/2023. El procedimiento comenzó el 1 de marzo y finaliza el 31 de este mes, y supone la entrada en el sistema educativo de los nacidos en 2019, el año anterior a la pandemia y en el que, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) vinieron al mundo 7.636 criaturas en la provincia. Granada cuenta con una oferta para tres años de 11.750 plazas.

“Por las entrevistas que tenemos, gracias al cielo, tenemos buena fama, pero llenar [las dos unidades, con 25 plazas en cada una] es prácticamente imposible”, añade Frápoli, que destaca el buen hacer pedagógico del centro –“Somos un colegio puntero”– y la capacidad de atender a las demandas de las familias con servicios como el bus escolar, comedor, aula matinal o extraescolares. Las siete rutas en autobús cubren el Área Metropolitana y, si es necesario, se pueden establecer nuevos puntos de recogida de alumnado o más rutas. El problema, arguye la directora, es que no hay ayudas para las familias. “Nosotros más no podemos hacer”. Los escolares van en autobús o en coche. “Somos unos 700 alumnos y que vengan andando será un 10%”, explica Frápoli, que insiste en que es necesario “ayudar a las familias a tener hijos” y que “el Centro de Granada se esta quedando desierto”.

El Nuestra Señora de las Mercedes, el Santo Domingo y el Nuestra Señora del Rosario se ubican en el Realejo, barrio donde el único centro público es el CEIP José Hurtado. Su director, Jesús Gutiérrez, indica que “de momento” tienen las mismas unidades concedidas que el pasado año. Una de 3 años con ocho escolares, otra de 4 con nueve chiquillos. Es en esos cursos donde más se ha evidenciado el desplome de nacimientos de los últimos años. “Lo hemos notado bastante”, indica Gutiérrez, que recalca que en los últimos ocho años el centro ha duplicado el número de matrículas hasta llegar a los 300 escolares y que lo habitual hasta hace un par de años era tener una veintena de solicitudes. “Tenemos Infantil y Primaria, servicios como aula matinal, comedor, extraescolares. Somos comunidad de aprendizaje y el único centro público del barrio”. “Recibimos incluso gente de pueblos”, incide el director. Son familias que, fundamentalmente, van al Centro a trabajar y llevan a sus hijos a este colegio de forma particular, porque “no tenemos transporte escolar”.

“Hay niños. En el colegio la mayoría de las familias son del barrio, pero cuesta mantener la ratio”, apostilla el docente, que señala que todo el que esté interesado en conocer su centro tiene las puertas abiertas para concertar una cita presencial. “Somos la única alternativa [a los concertados del barrio] y quiero creer que por eso no nos han reducido” unidades. Sobre cómo se desarrollará el proceso de Gutiérrez añade que “estamos abiertos al mundo entero”, ya que entre el alumnado hay nacionales de otros países que residen en el Realejo, uno de los pilares del patrimonio cultural del centro de la ciudad.

Otra pata bien podría ser el Albaicín. Y si en el barrio greñúo los niños no sobran, en el que mira a la Alhambra la situación no es mejor. En el CEIP Gómez Moreno el proceso de escolarización ha comenzado con una merma en la oferta de unidades. Se unen todas las clases de la etapa de Infantil (desde los 3 a los 5 años), medida que se toma cuando no hay suficientes matrículas para mantener una unidad. “A no ser que tengamos suficientes solicitudes, perdemos una unidad”, explican desde el centro público. “Para primero de Primaria no tenemos problema”, añaden desde el Gómez Moreno, ya que reciben alumnado de las escuelas infantiles municipales y del San Francisco Javier.

“Ofertamos un proyecto diferente, tenemos aula de la naturaleza con huerto escolar, comedor ecológico con gestión por parte de las familias, somos comunidad de aprendizaje, tenemos una metodología activa e innovadora y estamos abiertos a la comunidad”, al barrio, indican desde el colegio, que organiza acciones desde la reforestación o limpieza de chumberas a partidas de ajedrez en los miradores del Albaicín. “Ofrecemos también transporte desde el Fargue”, añaden en el Gómez Moreno.El resto de escolares van a pie o en coches particulares. Familias se han organizado para turnarse y llevar a sus hijos al cole, una acción que va en línea con los valores que promueve el centro de respeto al medio ambiente y consumo responsable pero que también tiene que ver con la dificultad que existe en el barrio para aparcar. “Nos gustaría que en la antigua carretera de Murcia hubiera un espacio para dejar el coche”, argumentan desde el centro, que añaden que tienen familias del barrio y del Sacromonte, pero también de municipios metropolitanos y de la barriada de la zona Norte. “Queremos que haya opciones para las familias como el transporte escolar, que haya más puntos de recogida del alumnado. Esa podría ser una solución. A las familias les gusta el proyecto”, insisten.

Diego Martínez, director del Ave María San Cristóbal, añade que en el barrio del Albaicín “de 0 a 3 años no hay niños”. Su centro oferta estudios de 3 a 16 y también ciclos formativos de FP. “Les ofrecemos a las familias todo un proyecto”. Para hacer llegar su oferta recurren al buzoneo no sólo en la zona, también en Jun, Alfacar o Peligros. Recurren a las redes sociales y también informan a las familias en los centros de infantil. De tercero de Primaria “hacia arriba” las unidades concertadas “están completas”, van a 25 alumnos por clase. Los números son más moderados en las aulas de los más pequeños. “A partir de 2017, la bajada ha sido alarmante”, afirma el director, que destaca el carácter turístico del barrio y la bajada de la inmigración como elementos que explican el descenso de matrículas. “Al tener parking ofertamos a las familias que puedan dejar a los niños dentro del cole”. Y es que el vehículo es un elemento clave en la escolarización, ya que la “captación” de alumnado se centra en los pueblos del Cinturón. “Ofrecemos todos los servicios”, añade Martínez, que lanza una petición. “Lo que demandamos es que se baje la ratio. Que se aproveche” la bajada de la natalidad “ para que en vez de cerrar unidades se baje la ratio. Somos el único país con la ratio a 25 alumnos por clase”.

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