De profesión: prostituta

Informe Radiografía de las trabajadoras del mercado del sexo

Sólo 40 de las 800 meretrices de Granada ejercen de manera voluntaria · Critican la dificultad para entrar al mundo laboral

Una prostituta, trabajando en la Carretera de Jaén.
Una prostituta, trabajando en la Carretera de Jaén.
C. Rodríguez

29 de noviembre 2009 - 01:00

Sólo 40 de las 800 prostitutas que hay en Granada eligieron de manera voluntaria dedicarse al oficio más antiguo del mundo. Un grupo muy pequeño de mujeres que deja en evidencia la indefensión y la cara oscura que viven las 760 compañeras restantes que tienen que vender su cuerpo y su tiempo para ganarse el pan.

El hecho de que sólo el 5% de mujeres que ejercen la prostitución lo hagan de manera voluntaria, se recoge en uno de los últimos y escasos estudios realizados sobre el tema y presentado hace unos días por el Observatorio Cívico Independiente. En dicho informe se ponen de manifiesto otros datos que descubren la escalofriante vida que llevan estas mujeres que, en el caso de Granada, tendrán más complicado estar en la calle con la creación de la nueva Ordenanza de la Convivencia. Por ejemplo, el estudio destaca que el 80% de las hetairas han sido maltratadas y han sufrido abusos sexuales durante su infancia, lo que provoca daños físicos mentales y emocionales que se acentúan durante el tiempo que ejercen de trabajadoras sexuales en la calle, clubes o pisos. Ante hechos así, la creación de una batería de programas sociales que favorezcan a uno de los colectivos más vulnerables se hacen más que necesarios.

Especialmente ahora, que según el informe, España se ha convertido en el mayor foco de explotación sexual de toda Europa justo en el momento en el que proliferan ordenanzas y normativas que prohiben esta práctica de manera tajante.

El presidente del Observatorio Cívico, Jaume Llenas, definió el auge de la prostitución como una "lacra social" que afecta a más de 300.000 mujeres en el país y unas 800 en Granada, según un estudio realizado por el IAM. La cuestión es que llegados a este punto es el momento de encontrar soluciones o medidas de actuación.

Desde el IAM se señala que la creación del Plan Integral de Lucha Contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual del Gobierno supondrá la llegada de una partida económica a todas las provincias y la consecuente puesta en marcha de programas sociales especializados para estas mujeres. Pero, ¿qué opinan estas mujeres?

Opinan que es complicado y que en este terreno hay mucha falsedad. Encontrar un trabajo pasados los 35, después de media vida en la calle y sin una formación excelente, no ofrece garantías a nadie, ni a los empresarios ni a las futuras empleadas. Además, en el caso de Granada la radiografía de la prostitución es tan heterogénea que habría que tener en cuenta diferentes líneas de trabajo. Y es que la ciudad ha pasado de un consumo de sexo casero en las llamadas casas de citas que era el que se practicaba en calles como la de San Juan de los Reyes, a una prostitución del día a día, que es la que se ejerce a pie de calle y en pisos de alquiler, pasando por los tradicionales club de alterne.

En cada uno de estos ámbitos se refleja un tipo diferente de prostituta. De las más veteranas que superan los 50 y que tienen su clientela fija -se concentran en las casas de citas- a las casi adolescentes que no llegan a los 20 años y que optan por la prostitución de carretera.

Además de ampliarse el abanico de edad, en el panorama de la explotación sexual han comenzado a aparecer diferentes nacionalidades. En el caso de Granada, las casas tradicionales (que prácticamente han muerto) estaban capitaneadas por hetairas locales. Los clubs de alterne, por el contrario, son terrero de extranjeras, concretamente de los países del Este y con mayor presencia de las féminas rumanas. Otro perfil surge a pie de asfalto, donde, por ejemplo, aparecen extranjeras brasileñas, colombianas y ecuatorianas en el caso de las trabajadoras del sexo de la Costa y de la zonas urbanas como la Carretera de Jaén, aunque aquí también se pueden ver jóvenes procedentes de la Europa del Este.

Con esta situación, ser prostituta por vocación o por obligación es algo que no es sencillo de tratar aunque no por ello imposible. Es más, las voces que piden un encuentro en el que "ellas" tengan la voz cantante y puedan "cantar" muchas de las verdades siguen ocultas.

stats