Cuatro horas. Eso es lo que han durado los bloqueos al Puerto de Motril por parte de los agricultores granadinos, que han vuelto a lanzarse a las calles en señal de protesta, esta vez, eso sí, con la autorización de Subdelegación, quien a última hora de la mañana ha cifrado el seguimiento en 300 personas. Pasadas las 14:20 horas, se informaba de que se había abierto el acceso Este del Puerto y desde Subdelegación aseguraban que el tráfico volvería restablecerse en poco tiempo. 

Desde las asociaciones convocantes aseguran que se ha cumplido el cometido de la concentración, al tiempo que emplazan a los agricultores a la próxima convocatoria, que es el martes 20 de febrero, a las puertas de Subdelegación. 

Aunque ha sido una jornada tranquila, alejada de los imágenes que la anterior tractorada dejó en la retina de los granadinos, no ha sido un día exento de polémicas. Así, las protestas de este miércoles han tenido su máxima tensión cuando los manifestantes han bloqueado los dos accesos, encerrando en su interior a varios camiones que han venido a soltar mineral de hierro desde Almería, y el ferry de Tánger con la carga que trae (sin que aún haya trascendido exactamente qué) y varios pasajeros, a los finalmente han permitido salir. 

Según ha podido saber este periódico, no han podido salir del puerto los camiones que transportan en la línea Tánger Med Motril con sus respectivas cargas. El barco llegó a las 8:00 horas y cerca de una decena de camiones con cargas están dentro sin poder salir.

Pero la cosa no acabó ahí, pues los manifestantes comenzaron a tirar tomates en señal de protesta, aunque sin intención en ningún momento de herir a los agentes de Policía Nacional desplegados, llegando a superar la media docena de alimentos a lo largo de la mañana.

Otro de los momentos destacados de la jornada tuvo lugar fuera de la Costa, en Iznalloz, donde otro grupo de manifestantes, apenas 30 según Subdelegación, ha cortado, durante unas horas y sin comunicación oficial ni apoyo de las grandes asociaciones, la A-44 a la altura de la Venta de la Nava, en Iznalloz, donde los manifestantes han volcado la carga de un camión con tomates de origen marroquí.

Volviendo a Motril, los agricultores, procedentes de distintos puntos de las provincias de Granada y Almería, desde donde se han desplazado tres autobuses, estén encabezados por tres pancartas en las que se lee: Los de aquí que producen allí son nuestros enemigos, Con el tomate de Marruecos Europa no comerá en el futuro y Es más fácil producir en Marruecos que en Motril. 

El secretario general de Asaja en Granada, Manuel del Pino, presente en la protesta de Motril, ha considerado a los periodistas que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, "se pasó de ligero y de sobrado" al señalar ayer martes, según dice, que la política agroambiental de la UE no tiene marcha atrás y remitir a que su entrada en vigor se haga de manera escalonada. "Si ese es el talante y la solución que va a plantear mañana en la reunión a la que nos ha convocado, es mejor que no venga", ha manifestado Del Pino, que ha incidido en que Europa "no va por el buen camino" y ha advertido de que si el medio rural no se mantiene social y económicamente vivo, no habrá relevo generacional y, por tanto, tampoco huerta.

Por su parte, el secretario general de UPA Granada, Nicolás Chica, ha rechazado los acuerdos bilaterales en materia de comercio exterior por incumplimiento de precios y contingentes y ha llamado a los agricultores que secundan movilizaciones espontáneas y por libre a que, para aunar esfuerzos, se sumen a las programadas por las organizaciones agrarias, que cuentan con seguridad jurídica suficiente al estar autorizadas.

También se ha pronunciado el secretario provincial de COAG, Miguel Monferrer, que ha recordado que el sector arrastra la crisis del campo desde hace años y ha hecho un llamamiento a Europa "para se dé cuenta de que la agricultura española está en crisis y va a desaparecer" y para reclamarle precios dignos y el fin de la competencia desleal. 

Más allá del campo, la jornada de hoy ha tenido consecuencias en otros puntos de la Costa, siendo una de las más importantes la suspensión de la primera etapa de la Vuelta Ciclista a Andalucía, que debía comenzar este miércoles desde Almuñécar. La falta de efectivos ante las protestas que se están desarrollando en Motril ha obligado a tomar la medida casi en la línea de salida, según ha podido saber este periódico.

Dispositivo en la capital

En la capital granadina, la Policía Local, aunque no ha habido convocada ninguna protesta que en principio pudiera afectar al tráfico en la ciudad, anunció este pasado martes en la comisión informativa de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de Granada, que sus unidades están vigilantes este miércoles ante posibles intentos de corte en los accesos, como los que se sucedieron en la entrada desde Armilla o por Avenida de Andalucía hace ocho días.

Hay así un dispositivo desplegado en las rotondas de acceso, mientras que para el próximo 20 de febrero, día anunciado por las organizaciones agrarias para una concentración ante la Subdelegación de Granada, sí se ha dispuesto ya un plan de seguridad, en tanto se prevé la ocupación de un carril de Gran Vía de Colón con una previsión de unas 200 personas.

Se dejarían otros dos libres para el uso en su caso de emergencias como vehículos de bomberos, policiales o sanitarios, según detalló desde la Jefatura de la Policía Local en la citada comisión municipal.

Las movilizaciones en Jaén 

Además de las concentraciones de Motril, el otro grueso de las movilizaciones agrarias de este 14 de febrero se espera en Guarromán, en Jaén, a donde se ha trasladado parte del sector de la provincia. Se esperaba que esta concentración fuese la más multitudinaria de las vistas durante estos días y se está cumpliendo con las expectativas. Cientos de agricultores y ganadores han respondido a la llamada de las principales organizaciones agrarias y Cooperativas Agro-Alimentarias y sobre las 12:40 horas ya se encuentran en la A-4, a su paso por la localidad jiennense.

Los han hecho tras una pancarta en la que ha podido leerse Por un campo vivo, por unos pueblos vivos y que ha encabezado una marcha desde una de las gasolineras contiguas, donde se han ido congregando los cientos de manifestantes que han acudido a la convocatoria.