Las protestas sanitarias, en el bucle del enfrentamiento político

La crisis sanitaria de Granada entró en el debate político desde el pasado 16 de octubre con la primera gran manifestación. Desde entonces la oposición exige a Salud que dé marcha atrás en sus planes y escuche a la ciudadanía. Y ayer, tras la segunda manifestación, que volvió a ser multitudinaria, se intensificaron las críticas a la Junta, que también subió el tono contra la politización de esta crisis sanitaria, que se ha extendido a otras provincias como Málaga o Huelva.

Los partidos son claros en reclamar a la Junta medidas urgentes, mientras la Administración tacha de "impresentable" la postura de partidos como PP o Podemos.

El consejero de Salud, Aquilino Alonso, dijo ayer que "respeta" a los ciudadanos que se han manifestado aunque calificó de "impresentable" la "politización" de estas protestas por parte de otros partidos, que "critican la sanidad pública y ponen el énfasis en las cosas que se hacen mal". Alonso resaltó que en Andalucía se desarrollan "más de 75 millones de actos médicos al año y surgen muy pocas reclamaciones", aunque "nadie es perfecto" y siempre se piden "disculpas" a las personas "que han tenido problemas".

Alonso cargó contra PP y PSOE sacando su posición respecto a otras decisiones como quitar los copagos farmacéuticos a los pensionistas, algo a lo que votaron los dos en contra el pasado jueves.

El PP de Andalucía reaccionó de forma contundente. Su presidente autonómico, Juanma Moreno, recalcó que su grupo "no tiene nada que ver" con las protestas organizadas en Granada, Málaga y Huelva y dijo que las fusiones son equivalentes a "recortar". "Cuando son miles los ciudadanos andaluces que salen a la calle, el PP no tiene nada que ver. No he ido a ninguna de esas manifestaciones, no tenemos músculo para hacerlas", dijo, considerando "ridículo" que desde el PSOE se les señale. También habló en el PP-A Dolores López, quien dijo que "no basta con tomar nota, hay que actuar ya".

Desde Podemos, su coordinadora general en Andalucía, Teresa Rodríguez, urgió a la Junta a asumir responsabilidades y tildó de "caricaturesco" que los socialistas hablen de una "pinza" PP-Podemos. Rodríguez rechazó que se atribuyan las manifestaciones a su partido y dijo que esas alusiones suponen "una falta de respeto a la ciudadanía".

IU también exigió ayer a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que "dé la cara en vez de estar todo el día de viaje en Madrid", dijo el coordinador general de IU en Andalucía, Antonio Maíllo. Desde Ciudadanos, su portavoz en Andalucía, Juan Marín, consideró que "ya se ha gritado lo suficiente" para que la Junta dé marcha atrás a las fusiones, por lo que instó a Salud a que se dé cuenta de que "algo no está haciendo bien".

Incluso la ministra de Empleo, Fátima Báñez, pidió ayer en un acto en Huelva -donde también salieron el domingo a la calle-, que se "escuche" los problemas de la calle. Tras las protestas, criticó que Susana Díaz "sustituya el consenso por el veto" y consideró que "tiene que pedir perdón a usuarios y profesionales". "No basta con tomar nota sino que tiene que dar un giro a la gestión", dijo.