En la provincia de Granada hay medio centenar de médicos en paro pese al déficit real y denunciado de facultativos para reforzar las plantillas de hospitales y centros de salud que se viene arrastrando desde hace años y que, según las previsiones, se hará más grave hacia 2010 por la limitación de plazas universitarias. El Sindicato Médico calculó el año pasado el déficit de médicos en la provincia en 200 facultativos tanto para hospitales como para centros de salud.

Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal, en la provincia el paro registrado del colectivo de médicos en el mes de marzo ascendía a 50 personas. De ellas, el 82 por ciento son titulados (licenciados en Medicina) pero sin especialidad.

Así, los datos del INEM demuestran que en Granada hay disponibilidad de médicos para contratar. Aunque 41 son sólo licenciados, también hay reserva en especialidades. Inmunología, Medicina del Trabajo, Medicina Familiar y Comunitaria, Medicina Preventiva y Salud Pública, Neurología, Obstetricia y Ginecología y Psiquiatría son especialidades con un médico inscrito en el paro en cada una, mientras que en Microbiología y Parasitología hay dos especialistas esperando a trabajar.

Andalucía, Madrid, Valencia, País Vasco y Asturias son las comunidades con más médicos en paro. En Andalucía el número asciende a 225.

Con todo, las cifras de paro en la provincia son insignificantes en comparación con el número de médicos existentes. Sólo de médicos de familia entre los centros de salud y consultorios hay 1.500 facultativos en la provincia. Y cada año, las nuevas promociones suman entre 30 y 50 más.

Lo que sí sirve es para demostrar a Salud que hay médicos disponibles en Andalucía que, quizá, sólo esperen un buen contrato para aceptar el ejercicio de su profesión.

Cada verano, la Administración asegura que no hay médicos en paro para contratar y cubrir las vacantes del periodo estival, con lo que sobrecargan las plantillas. De hecho, en Granada no se completan las contrataciones masivas de verano, sobre todo en zonas rurales, en gran medida, como denuncian los sindicatos, por los contratos que ofrecen. Además, también hacen falta médicos especialistas para poder cumplir con el nuevo plan organizativo implantado por el SAS en 2007.