El PSOE denuncia el retraso de dos años en el nuevo plan de igualdad del Ayuntamiento de Granada

El Grupo Municipal Socialista de Granada ha denunciado el “incomprensible” retraso del Gobierno local del Partido Popular en la aprobación de un nuevo Plan de Igualdad Municipal, una situación que se arrastra desde hace dos años y que, según la viceportavoz socialista, Ana Muñoz, demuestra un grave retroceso en las políticas de igualdad de la ciudad. Al respecto, Muñoz ha calificado como “lamentable” que, dos años después de su llegada al Ayuntamiento, el equipo de gobierno de la alcaldesa Marifrán Carazo no haya aprobado el sexto plan de igualdad, una herramienta que considera “básica e imprescindible para garantizar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en Granada”.

“La dejadez de la señora Carazo nos ha hecho perder dos años en la elaboración de un documento esencial, el de planificación más importante en materia de igualdad”, ha señalado Muñoz, quien ha criticado la falta de explicaciones y la ausencia de un calendario claro por parte del PP para abordar este asunto. La concejala socialista ha recordado además que de este plan se derivan protocolos y actuaciones vitales para la ciudad, y ha alertado de las consecuencias de su ausencia, poniendo como ejemplo la situación del llamado “caso VIOGEN”.

En este contexto, ha censurado que la alcaldesa y las delegadas de Igualdad y Seguridad “miren para otro lado” ante la falta de un plan que establezca pautas y controles claros. “La ausencia de este plan es una auténtica falta de voluntad política”, ha insistido, al tiempo que ha subrayado que “para el Grupo Socialista, la igualdad entre mujeres y hombres no es negociable”.

Desde el Grupo Socialista, se exige que el sexto Plan de Igualdad se elabore “de forma inmediata”, contando con la participación activa del PSOE y de las asociaciones de mujeres de la ciudad. Además, la edil del PSOE ha insistido en la necesidad de que el área de Igualdad cuente con los recursos humanos y económicos suficientes, y que se actúe “con firmeza” ante cualquier situación que suponga un retroceso en los derechos de las mujeres, porque “los derechos no se negocian”.