El PSOE exige reactivar el Plan Especial de la Vega de Granada y acusa a la Junta de de desatender la salud y el futuro de la ciudad

El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Granada ha denunciado este viernes la falta de compromiso de la Junta de Andalucía con el desarrollo del Plan Especial de la Vega, un proyecto iniciado en 2017 con el objetivo de proteger el principal pulmón verde del área metropolitana. El viceportavoz socialista, Paco Cuenca, ha advertido que “el documento, que debería garantizar la conservación del patrimonio natural y agrícola de la Vega, lleva años guardado en un cajón, poniendo en riesgo la calidad del aire, la identidad cultural y el equilibrio climático de la ciudad”.

Cuenca ha lamentado que Juanma Moreno "haya renunciado a proteger la Vega, pese a que en su día se comprometió a ello". Así, ha señalado que el Partido Popular “se sitúa más cerca de los postulados de Vox que de la defensa de la salud y la calidad de vida de la ciudadanía”, recordando que la Vega es el gran pulmón verde de Granada, un espacio que regula el clima, preserva los cultivos tradicionales y conforma la identidad del Área Metropolitana.

Asimismo, el edil socialista ha reprochado a la alcaldesa Carazo su falta de implicación. “Le da igual el aire que respiramos, la calidad de vida o la salud de los granadinos”, ha señalado, denunciando que Carazo no ha movido un dedo para exigir a la Junta la reactivación del plan. “Es necesario que Carazo abandone la pasividad y asuma su responsabilidad”, solicita el edil.

El PSOE exige a la Junta de Andalucía que cuente con los alcaldes del área metropolitana, con las plataformas sociales, como Salvemos la Vega y Vega Educa, y a los agentes económicos y educativos para consensuar un plan real y efectivo. Cuenca reclama que el documento se reactive de inmediato, “no como un mero anuncio propagandístico, sino como una estrategia firme que proteja la Vega frente al urbanismo descontrolado y al impacto del cambio climático”.

Para el Grupo Municipal Socialista, la Vega no es solo un recurso natural, sino un símbolo de identidad, un valor patrimonial y un eje de desarrollo sostenible que Granada no puede permitirse perder.