Un rayo de luz en Oncología

Los voluntarios de la AECC ayudan cada día a familiares y enfermos a afrontar la enfermedad Algunos ofrecen su testimonio personal

Un rayo de luz en Oncología
Un rayo de luz en Oncología
Lourdes Mingorance Granada

04 de febrero 2016 - 01:00

Cuando Raquel descubrió que tenía cáncer de mama vivió uno de los peores días de su vida. En aquel entonces, para ella esta enfermedad era sinónimo de muerte. Con un niño de cinco años tan solo podía pensar en cómo iba a vivir su pequeño sin su madre. Antes de empezar el tratamiento, Raquel y su marido fueron a la Asociación Española Contra el Cáncer. Una organización sin ánimo de lucro que lleva 62 años ayudando a pacientes y familiares, al mismo tiempor que financia proyectos de investigación oncológica para la mejora del diagnóstico. Una vez allí, habló con Reme, la psicóloga de la asociación, quien le presentó a otras mujeres que habían superado su misma enfermedad. Y se dijo, "yo también lo haré". Y así fue. Así lo explica Raquel, que recientemente ha sido operada de una reconstrucción de la mama tras superar la enfermedad. Pese al desánimo inicial, no dejó de luchar hasta curarse de este cáncer algo que compaginó con su labor como voluntaria de la asociación. Es la forma en que Raquel devuelve a esta organización lo que en los momentos más duros recibió. "Soy voluntaria testimonial", explica Raquel, que cuando se enteró de que tenía cáncer pensó que se le agotaba la vida. Sin embargo, en la asociación conoció a personas que habían pasado por su misma situación y que fueron una gran ayuda para ella. "Al principio es un 'shock' pero cuando ves que otras mujeres lo superan te animas".

Así, ahora intenta que otras mujeres vean en ella un ejemplo. "Voy a ver a señoras que se han operado a las habitaciones y también al hospital donde se da el tratamiento de quimioterapia", explica Raquel, que reconoce que tanto los pacientes como las familias están muy satisfechos con estas visitas. "Hay cosas que no gusta preguntar a los médicos. Los voluntarios damos consejos, resolvemos esas dudas gracias a nuestra experiencia y recordamos que se puede volver a ser la misma persona", remarca Raquel. Consejos que también da Francisco, otro voluntario que enseña a pacientes operados de cáncer de laringe a volver a hablar. Francisco fue operado de esta enfermedad hace doce años. En un primer momento cayó en una depresión. Sin embargo, un día le cambió "el chip". Así, hasta que salió del hospital, momento en que le cambió la vida. No obstante, volver a hablar es una de las mayores dificultades que encuentran quienes son operados de este tipo de cáncer. Así, cuatro años después de esa operación y después de haber "aprendido a hablar" de nuevo, Paco empezó a dar clases para que otras personas que hayan pasado por lo mismo que él aprendan a hacerlo. "Hay mucha gente que no quiere intentarlo y de primeras van con un papel al bar... y escriben lo que quieren y yo les digo: ¿Si puedes volver a hablar porque te empeñas en ir con un papel?. Al final, Paco siempre consigue convencerlos para que acudan a las clases donde recuperan la voz que esta enfermedad les robó.

El caso de Caridad es diferente. De profesión "voluntaria", empezó a colaborar con la asociación cuando diagnosticaron a su hermana un cáncer. "Ella vivía en Murcia y yo no podía atenderla y pensé: A ella no la puedo ayudar pero a otros sí...". Así es como nació una relación con la asociación de 17 años que la hacen la voluntaria más veterana. Para ella, su labor es un auténtico trabajo que le recompensa día a día. "Yo creo que no sabría estar sin estas personas", reconoce Caridad, que acude al hospital de día donde atiende a enfermos y familiares para después acudir a Oncología o Hematología y transplante de médula.

Por su experiencia sabe que muchas veces el familiar se derrumba más que el enfermo. Así que los voluntarios se vuelcan con todos. No obstante, tienen órdenes estrictas de no implicarse demasiado porque unos se curan y otros no y es muy doloroso. "Yo voy a escuchar, a intentar tener empatía y a encontrar algo positivo para dar ánimos", reconoce Caridad muy contenta de realizar esta labor. "Me preguntan que en qué trabajo... y no trabajo, soy voluntaria, pero con esta labor es como si me ingresaran una nómina todos los días".

En Granada, 422 personas son voluntarias de la AECC. De éstas, 90 atienden a pacientes y familiares en los cincos hospitales de Granada y su provincia. Con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer que se celebra hoy, ayer esta asociación remarcó la importante labor que realizan estos voluntarios pero también hizo un llamamiento para captar más. En España, más de 30.000 enfermos de cáncer están solos. Hace falta una persona capaz de ofrecer apoyo emocional y acompañamiento. Personas que como Raquel, Paco y Caridad aportan un rayo de luz en la planta de Oncología.

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