La realidad vista con gafas violeta
mujer
Glosario para explicar los términos más escuchados de la revolución feminista, donde el lenguaje es imprescindible
La semana se ha vuelto violeta para muchas mujeres. Otras llevaban las gafas puestas desde hace años y su realidad no cabía ser observada de otra manera que no fuese bajo el cristal de la igualdad de género. Pero después de tanto tiempo, casi tres siglos de hecho, se escuchan demasiadas voces que, sin entender del todo de qué se trata, denostan la movilización feminista, la tachan de radical y, en otros extremos, de pija. En un movimiento en el que se pelea por un trato equitativo, el lenguaje se considera una herramienta fundamental. Además de buscar términos inclusivos, hay palabras específicas que se escuchan de boca de las activistas. Ahí van algunas.
Feminismo
3 La Real Academia de la Lengua Española lo explica en su diccionario con una única frase, suficientemente contundente y reveladora. "Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre", explica. El feminismo no considera a las mujeres superiores a los varones, se trata de equilibrar la balanza. Este movimiento social y político se inició formalmente -aunque no bajo la denominación actual- a finales del siglo XVIII. Fue entonces cuando hubo una toma de conciencia colectiva de la opresión, dominación y explotación a la que eran sometidas. Esa fue la primera ola del movimiento y se reivindicaba no sólo la igualdad de la inteligencia si no también algo fundamental, el acceso a la educación también para ellas. A mediados del siglo XIX comenzó la segunda ola, la que exigía el derecho al voto de las mujeres y la tercera con los años 60 del pasado siglo XX y la revolución sexual, el grito contra la violencia de género y el derecho al aborto y la contracepción. Ahora, según el asociacionismo feminista, se está entrando en al cuarta ola.
Patriarcado
3 Volviendo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la acepción sociológica del termino dice así: "Organización social en que la autoridad es ejercida por un varón jefe de cada familia". Y así ha sido durante milenios. Salvo en algunas culturas, el hombre ha alcanzado los puestos de poder, inaccesibles o prohibidos para la mujer. Esto ha provocado una desigualdad de base difícil de erradicar, unas leyes hechas por hombres y para hombres sin contar con la otra mitad del planeta, una toma de decisiones en las que no se ha contado con la participación femenina y, sobre todo, una creencia de superioridad masculina en la vida pública y también en la privada. En la España actual, que ellas sean las que asuman la mayor parte o toda la carga del trabajo no remunerado como los cuidados y labores domésticas, que tengan en el trabajo puestos de bajo perfil, que sean víctimas de la violencia o que se tenga escaso respeto a sus derechos sexuales están consideradas causas del patriarcado según el movimiento feminista.
Empoderamiento
3 Es un término unido al avance de la mujer en cada uno de los terrenos en los que ha partido en clara desventaja. "Hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido", dice la RAE que significa empoderar. Según se expone en el periódico Mujeres en Red, este concepto vinculado a la lucha feminista se acuñó en la Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing en 1995 "para referirse al aumento de la participación de las mujeres en la toma de decisiones y el acceso al poder". La recuperación de la dignidad, la toma de conciencia de poder individual y colectivo y la autovaloración del potencial propio son piezas clave para dar pasos al frente y despojarse de las limitaciones impuestas.
Sororidad
3 El diccionario de la RAE aún no reconoce esta palabra que lleva años instalada en la lucha feminista. La Asociación Pandora indica que el término significa "solidaridad y concordia entre mujeres, que implica un reconocimiento mutuo, plural y colectivo". La palabra deriva del término latino soror (hermana) y podría equipararse a la fraternidad pero en el ámbito femenino. Se trata de unión y empatía, de ayuda e implicación para resolver los problemas que afectan a toda una colectividad por el simple hecho de pertenecer a un género determinado, el femenino.
3 Es la "acción y efecto de cosificar", es decir, "reducir a la condición de cosa a una persona", se puede leer en la definición de la RAE. El movimiento feminista cuando habla de la "cosificación de la mujer" se refiere a cuando se toma a ésta por un objeto sexual, cuando se la valora por sus atributos sexuales y es considerada exclusivamente como un instrumento de placer para el varón.
Micromachismos
3 Tampoco se puede encontrar en el diccionario de la Academia pero Luis Bonino lo acuñó en 1990 para explicar ciertos comportamientos masculinos que buscan reforzar la superioridad sobre las mujeres. "Son pequeñas tiranías, terrorismo íntimo, de baja intensidad, tretas de dominación", dijo Bonino. Suelen ser muy sutiles y buscan la imposición de supuestas verdades masculinas para hacer desaparecer la voluntad de la mujer. Hay micromachismos en el ninguneo, en los silencios, en el mal humor manipulativo...
techo de cristal
3 Según el movimiento feminista, es una barrera invisible que se encuentran las mujeres en un momento determinado en su desarrollo profesional. Una vez llegado a este punto muy pocas mujeres pueden seguir subiendo en el escalafón, por lo que se estanca su carrera profesional. "Las causas provienen en su mayor parte de los prejuicios empresariales sobre la capacidad de las mujeres para desempeñar puestos de responsabilidad, así como sobre su disponibilidad laboral ligada a la maternidad y a las responsabilidades familiares y domésticas, actividades que suelen coincidir con las fases de itinerario profesional ligadas a la promoción profesional", explican en la Asociación Pandora.
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