La capital realizará un inventario de calderas para controlar las emisiones
Junto con el tráfico y la quema incontrolada de rastrojos son las principales fuentes de contaminación
Cansado de escuchar el soniquete que afirma que Granada es una de las ciudades de España con peor calidad del aire, el Ayuntamiento de Granada ha decidido emplearse a fondo y poner remedio a una afirmación que tiene sus matices. Para empezar la capital tiene tres estaciones de medida de la Junta de Andalucía que se encuentran en Armilla, Palacio de Deportes y en la estación de autobuses. Todas, salvo la de la estación de autobuses, dan resultados aceptables. El problema es que la calificación de la ciudad se hace teniendo en cuenta sólo la medida más extrema, así que aunque la zona Norte es la única que incumple, a ojos de las administraciones Granada en su conjunto infringe los parámetros.
Por lo menos la ciudad tiene muy localizados cuáles son sus principales focos de contaminación: el tráfico, las calefacciones de las comunidades de vecinos y las quemas de residuos agrícolas en zonas de la Vega. El perfil de las actividades debería hacer pensar al ciudadano profundamente en su nivel de responsabilidad en todo este asunto. Y es que el sector residencial es el principal generador de contaminación. Somos los ciudadanos los que consumimos agua, energía, gasoil... de ahí que las administraciones, además de asumir su responsabilidad, quieran hacer pensar a los vecinos: ¿y qué hago yo para quitar contaminación en mi ciudad?
Para empezar, el Ayuntamiento ya ha planteado la realización de un inventario de calderas en la ciudad con la idea de tener un mapa que revele cuántas calderas hay y de qué tipo son los aparatos que están funcionando en Granada. El documento se elaborará desde el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento en colaboración con los trabajadores del plan de empleo de la Junta que empezarán a llegar en breve. No es un trabajo fácil puesto que las comunidades de vecinos no tienen obligación de dar los datos. Tampoco existe un registro de calefacciones en industria y las compañías que venden el gasoil a las comunidades tampoco dan datos de sus clientes, así que se trata de un trabajo casi artesanal.
Por otro lado está la creencia de los vecinos de que esta información es para multarles, algo que no es cierto. El Ayuntamiento necesita esta información para saber cuál es el estado de las calderas y sus emisiones y para recomendar el cambio por otro tipo de combustible. En este punto, el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento, Miguel Ángel Fernández Madrid, cree que es fundamental la implicación del gobierno de España y de la Junta a la hora de facilitar líneas de ayuda que permitan hacer el cambio de las calderas de gasoil.
Las antiguas calderas de gasoil de las comunidades de vecinos son las más contaminantes. El problema no está en las nuevas, mucho más eficientes. Por eso, para empezar a atajar el problema el primer paso es saber cuántas hay. De esta forma el Ayuntamiento sabrá si, por ejemplo, hay 5.000 y hay que cambiar 2.000.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por el Circo Encantado
Contenido ofrecido por el Colegio de Veterinarios de Granada
Contenido ofrecido por Aguasvira