Una treintena de municipios almerienses sintieron ayer la sacudida de un seísmo de 3,3 de magnitud. El temblor, que tuvo una intensidad entre II y III, se localizó en la localidad de Gérgal y, temporalmente, coincide con la serie sísmica que se registra en Granada desde primeros de diciembre y que ha ganado intensidad desde el sábado 23 de enero, con unos 900 terremotos, de los que unos 90 han sido sentidos por la población.

Según explica el catedrático de la Universidad de Granada e investigador del Instituto Interuniversitario Andaluz de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos Jesús Ibáñez, el sismo de Gérgal y la serie que se registra entre Santa Fe, Atarfe y Chauchina no tienen nada que ver. "Son hechos casuales". Ibáñez destaca que en Andalucía ocurren seísmos "periódicamente, desde el cabo de San Vicente a Almería" y el que ayer se registró en Almería es "normal". "Como estamos hipersensibilizados, nos preocupa, pero es un hecho normal", acota el investigador, que reitera que "no tienen relación" y que son hechos "circunstanciales".

Desde el pasado sábado 23 de enero Granada ha registrado cinco terremotos por encima de 4 grados de magnitud, y destacó la noche del martes 26 de enero, con tres sacudidas de 4,1, 4,2 y 4,4 en apenas 20 minutos. Esa noche cientos de granadinos abandonaron sus casas y hubo quien pasó la noche en el coche por miedo a un temblor mayor. El jueves 28 se produjo otra sacudida de 4,4 y los municipios más afectados continúan con la evaluación de daños. En Maracena, el Ayuntamiento y Cruz Roja han realojado a cinco familias y son cientos las reclamaciones que se tramitan en las oficinas municipales de las localidades del Cinturón.