Rescatan un jabalí-vietnamita durante los trabajos de desbroce en el río Darro de Granada

El Ayuntamiento de Granada ha informado del inicio de las labores de desbroce en el cauce del río Darro, una actuación que se complementará el próximo 18 de agosto con la limpieza y desbroce del tramo urbano del río Monachil, adelantando así una intervención que habitualmente se lleva a cabo a finales de verano.

Durante el inicio de los trabajos en el Darro, el personal municipal vivió una escena tan inesperada como entrañable: la aparición de un ejemplar mestizo, fruto del cruce entre cerdo vietnamita y jabalí, de gran tamaño, pelaje oscuro y aspecto inconfundible. Su presencia en plena jornada de limpieza no pasó desapercibida, ya que se encontraba visiblemente debilitado y mostraba signos de cansancio, probablemente tras recorrer largas distancias en busca de agua, alimento y un refugio frente a las altas temperaturas.

Según ha indicado el Ayuntamiento de Granada en una nota de prensa, los operarios detuvieron las labores para garantizar su seguridad, procediendo a su atención inmediata y asegurando que no sufriera estrés durante la intervención. Acudiendo personal del área de salud, que es la responsable del bienestar animal.

Tras una valoración inicial, el jabalí fue trasladado al centro municipal de bienestar animal ‘El Vivero’, donde ya recibe alimentación, hidratación y cuidados veterinarios especializados. La previsión es que, una vez recuperado, pueda regresar a su hábitat en las mejores condiciones posibles.

El concejal de Mantenimiento, Francisco Almohalla, ha destacado que este episodio “pone de relieve que el cuidado de nuestra ciudad también implica velar por la vida silvestre que forma parte de nuestro paisaje”. “Nuestro compromiso con una Granada sostenible pasa por preservar el entorno, garantizar su limpieza y proteger a los animales que conviven con nosotros, especialmente en los meses de calor en los que la fauna se acerca más a la ciudad”, ha añadido.

Las tareas se desarrollan exclusivamente con desbrozadoras manuales y un motocultor con desbrozadora en zonas más amplias, evitando el uso de maquinaria pesada para ser “totalmente respetuosos con el medio ambiente” y garantizar la preservación de la flora y fauna autóctona. Pese a que este método es “más lento y costoso”, el Ayuntamiento reafirma que es la mejor forma de intervenir sin dañar el ecosistema.

El Consistorio recuerda a la ciudadanía que el río y el resto de espacios naturales “no son un cubo de basura ni un lugar donde abandonar objetos voluminosos”, apelando a la responsabilidad colectiva para conservar el patrimonio natural.