De restaurante de barrio a centro cultural: la obra social Padre Manjón suma a la zona Norte al proyecto de Granada 2031

La Obra Social Padre Manjón, un referente en la educación y la actividad social de la zona Norte de Granada, ha conseguido recuperar la propiedad del todo el patrimonio que tenía y comienza una nueva fase en la que seguirá apostando por el desarrollo social y educativo de la zona pero también uno vital: el cultural. Ahora, la Obra Social vuelve a tener la titularidad de todo el patrimonio que sumaron y que desde 1985 no volvían a tener unificado ya que por ejemplo un edificio se entregó a trabajadores y se abrió un restaurante, Sierra Blanca, que llevaba funcionando 40 años. Con la reversión a su propiedad tras negociaciones con los propietarios, la Obra Social ha conseguido recomprarlo y lo destinará de nuvo a centro social, que fue su uso primitivo, y además cultural, un proyecto que verá la luz este mismo curso y que también se unirá a la candidatura de Granada a Capital Europea de la Cultura para llevar iniciativas culturales y sociales al barrio, como reza el espírito de la candidatura.

El presidente del Patronato de la Obra Social Padre Manjón, Trinitario Betoret, ha explicado que se ha recuperado este edificio de la calle Gutierre Tibón que fue entregado en el año 1987 y que durante 40 años ha funcionado como el restaurante Sierra Blanca. Está junto a unas pistas deportivas, también de la obra, y en la parte trasera de la Parroquia del Buen Pastor, también de su propiedad y levantada por el fundador. Según ha explicado, con el Covid se bloqueó el restaurante como otros muchos negocios y los propietarios (antiguos empleados a los que se compensó con esta propiedad) no han tenido capacidad para remontarlo, por lo que la Obra Social se propuso recuperar el edificio y completar el patrimonio que tenían. La obra, no en vano, llegó a tener una fábrica, levantó viviendas, el restaurante, la parroquia, tres guarderías (dos de ellas en Sevilla y Córdoba) y el colegio, además del centro social y las pistas deportivas. "Con esto conseguimos recuperar la función social para dinamizar el barrio después de un uso más mercantil con el restaurante y conectar con proyectos culturales, exposiciones, conferencias, que lo convierta en un espacio de referencia en el barrio y se sume a la Capitalidad Cultural", afirma Betoret. De hecho, la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, ya ha estado visitándolo y conociendo el proyecto por el que la obra social se sumará al manifiesto de la capitalidad.

Además será centro para proyectos de convivencia intergeneracional y tendrá incluso en la parte inferior un gimnasio. Son cuatro plantas que están diafanas, con unos mil metros cuadrados, y para su adaptación hará falta muy poca obra, por lo que quieren comenzar a funcionar este mismo curso.

Para los programas de acción social y cultural se firmarán convenios con asociaciones, como el que tienen con la ONG Amani para dar clases de español a la población.

"Volvemos a recuperar todo el objetivo de la labor social de la obra", resume Betoret, que incide en el carácter voluntario de los integrantes y defiende la gran labora que realizan en el barrio con actividades todo el año no solo con el colegio sino con escuelas de verano, colonias o actividades como el Camino de Santiago.

Orígenes de la obra social

La asociación manjoniana fue creada en 1966 por el sacerdote Pedro Manjón Lastra para dar respuesta educativa, religiosa, médica y laboral a la zona Norte. Llegó a tener la implicación de muchas personas, sobre todo del barrio, centrándose en dos problemas de entonces que siguen muy vigentes: la vivienda y el paro, para lo que se crea una cooperativa de viviendas (se construyeron más de mil). Después se creó el centro social, que ahora acaba de ser recuperado por la obra, creando puestos de trabajo, bar, oficinas y una biblioteca. Era un lugar de ocio y reunión y de convivencia en el barrio que ahora se va a recuperar y reforzar con uso cultural.

En 1984 se hizo cargo de tres guarderías: La Cartuja en Granada, Virgen de la Fuensanta en Córdoba y Virgen de Belén en Mairena del Aljarafe, Sevilla. En 1981 se inauguró el colegio y en 1983 levantaron la parroquia del Buen Pastor. En 1999 se creó la obra social para agrupar todas las actividades bajo un mismo paraguas.