Los revisores de la LAC comienzan a multar a quienes viajan sin billete

"Por desgracia funcionamos bajo amenaza". Es la opinión de Julián Romero y la de otros muchos granadinos que consideran imprescindible la existencia de algún tipo de medida sancionadora para evitar que los usuarios de la Línea de Alta Capacidad (LAC) se suban al autobús sin pagar.

La concejal de Movilidad en el Ayuntamiento de Granada, Telesfora Ruiz, confirmó ayer que los revisores están en las calles desde el momento en que se instaló el pago, esto es, desde el pasado 1 de agosto. No obstante, a principios de mes comenzaron únicamente haciendo las labores de informadores. Hoy, ya en la recta final de agosto, pueden verse subidos a los autobuses "de forma ininterrumpida" comprobando la buena fe de los viajeros.

No usar de forma correcta la LAC tiene un coste de 40 euros que se cobrarán en el momento, ya sea en metálico o por tarjeta. Telesfora insistió en que "se trata de un recargo de billete, no una multa". De no abonarse, "ya sí se procederá a cobrar una multa de un precio bastante superior, unos 170 euros", corroboró la edil.

Antonio Monero ha visto a estos revisores y considera que su presencia es fundamental pues "la gente se ha colado delante de mi", aseguró. Por su parte, Julián Romero afirmó que no harían falta si la gente fuera honesta, pero "hay de todo". En cuanto al coste de las sanciones, María Palacios considera que son "desorbitadas". Además, Palacios prefería el antiguo sistema de pagar nada más subir al bus, que "es lo que ha funcionado siempre".

Los revisores se mueven constantemente, subiéndose y bajándose de los autobuses de forma aleatoria. Ruiz explicó que "no sería ni lógico ni efectivo hacerlo de otro modo". Por último, fue Romero quien más reflexionó sobre esta problemática: "hay mucha gente que está desempleada y no puede permitirse abonar estas cantidades; yo apostaría por un equivalente al pago, como realizar algún trabajo social o prestar algún tipo de servicio de la comunidad".

En cuanto el número de sanciones efectuadas, la edil del ramo aseguró que "hasta el momento solamente la Rober puede conocer ese dato" pues se trata de un procedimiento que se hace a nivel interno y "está conectado con su programa de gestión del transporte, no con Movilidad".

Por su lado, el presidente del comité de empresa de transportes Rober, Francisco Barranco, tampoco fue capaz de ofrecer un número exacto de las multas contabilizadas hasta la fecha. No obstante, sí se refirió a algunas dificultades con las que se topa la LAC: "me consta que está habiendo problemas con las máquinas exteriores que están en las paradas, las cuales no están funcionando a pleno rendimiento y eso conlleva que el sistema no marche bien, pues si la máquina no funciona correctamente tampoco se va poder controlar el billetaje dentro del autobús."

En cuanto a los revisores, Barranco recordó que se trata de personas que ha contratado Rober a través de una subcontratación con otra empresa. A este respecto, Barranco mostró su indignación: "solicitamos este contrato efectuado entre ambas empresas pero se han negado a dárnoslo; creemos que tenemos derecho a tenerlo". Además, se mostró claro: "los trabajadores de Rober estamos en contra de esta subcontrata y lo vamos a denunciar a la Inspección de Trabajo", pues "entendemos que estos revisores deberían proceder de la plantilla de la Rober tal y como viene recogido en nuestro convenio y en la Ordenanza de Transporte, que se están incumpliendo". Y fue insistente: "según nuestro criterio, esto es denunciable, y lo vamos a pelear".