Ayer y hoy

El rey don Jaime I, en el convento de la Merced

  • El patrocinador de la Orden Mercedaria, Jaime I El Conquistador, rey de Aragón y Valencia, está en Granada. En el antiguo convento que es hoy sede del Madoc y junto al Laurel de la Reina en La Zubia

Más que nunca necesitamos mercedes que nos paguen el rescate. Hoy, 24 de septiembre, el mundo cristiano celebra la festividad de la Virgen de la Merced. Dicen que al mercader valenciano Pedro Nolasco se le apareció esta virgen para que fundara en el siglo XIII la que sería Orden Mercedaria, encargada de redimir cautivos en manos de musulmanes pagando el obligado rescate.

Tenían montado un buen negocio los piratas en Argel: era nido de bandidos dedicados a almacenar prisioneros y pedir luego por ellos el correspondiente rescate. Práctica muy antigua, ya en el año 75 a. C. Julio César fue apresado por piratas sicilianos y el tema sigue de moda, basta recordar el caso del pesquero Alakrana y los somalíes en octubre de 2009, o el de los cooperantes en Mauritania meses después.

Desde 1218 hasta 1769 en que cesó la función redentora de cautivos de la Orden Mercedaria por mandato de Carlos III, los redimidos se cuentan por miles; dos de ellos lo fueron en el Reino de Granada en 1296. También lo fue Cervantes, que cayó cautivo cuando volvía de Italia en la goleta El Sol en 1575. Y el mercedario de Granada Francisco de la Rosa rescató 300 cautivos de Argel en 1665. Aquellos que no tenían esa suerte acababan vendidos como esclavos a los musulmanes. Curioso dato este, cristianos blancos fueron esclavos en el África negra. Luego la cosa fue al revés.

Nuestra Señora María de la Merced y de la Redención de los Cautivos nació como simple Orden religiosa y acabó siendo considerada como Orden Militar, patrocinada por el rey don Jaime I; sus monjes vestían con el clásico hábito y cruz blanca y el escudo de cuatro barras rojas sobre fondo gualda.

Tras la reconquista cristiana del Reino musulmán de Granada por los Reyes, llamados por el papa Alejandro VI desde 1494, Católicos, la ciudad se llena de iglesias y conventos que sustituyen a las mezquitas: franciscanos, agustinos, dominicos, carmelitas, mercedarios, etc.

Después de unos primeros emplazamientos en la ciudad, la Orden Mercedaria levanta el Convento de la Merced en la afueras de Granada en 1514, junto al Campo del Triunfo y frente a la Puerta de Elvira. Fue desamortizado por Mendizábal y hoy es una de las sedes del Madoc, Mando de Adiestramiento y Doctrina.

A pesar de que el Tratado de Almizra de 1244 había delimitado bien las fronteras entre castellanos y aragoneses, Jaime I de Aragón y de Valencia está en Granada. En la cúpula de la escalera principal del Convento de la Merced se recoge un conjunto iconográfico en altorrelieve policromado, presidido en su centro por la imagen de la Inmaculada orante y enrayada y flanqueada por los dos patrocinadores de la orden: el fundador Pedro Nolasco y el promotor rey don Jaime coronado, con su espada, su clásico sobrepelliz de armiño y una leyenda en el pedestal: Jacobo Aragonia rex ordinis fundator.

Igualmente aparecía el rey arrodillado en la portada principal de dicho convento que ya desapareció. La escultura figura hoy, bien custodiada por las monjas mercedarias, en el antiguo palacio Arzobispal de La Zubia junto al famoso Laurel de la Reina. Allí está don Jaime orante noche y día.

Recordemos en el día de las Mercedes a esta noble orden religiosa redentora de cautivos en la que figuró Tirso de Molina y a uno de sus promotores que anda por Granada casi desconocido: el rey don Jaime, llamado por los cristianos el Conquistador. Es curioso, Tirso de Molina es el autor de El burlador de Sevilla, donde se recoge el mito de otro conquistador, aunque de distinta variedad, don Juan Tenorio.

España, antes país de conquistadores y ahora conquistado, tendrá que pedir a los ángeles o a las 'ángelas' muchas mercedes para pagar el tan penoso rescate que se avecina. ¡Quién nos ha visto y quién nos ve!

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