Un grupo de ladrones reventaron la noche de este viernes el cajero automático de la oficina de la Caja Rural en la calle Coralito de Calahonda, de la que sustrajeron efectivo y, tras dar el golpe, huyeron en un vehículo de alta gama.

Para acceder al dinero que se guardaba en la sucursal los ladrones reventaron el cajero automático. Los hechos ocurrieron sobre las cuatro de la madrugada cuando una fuerte explosión despertó a los vecinos que, alertados, pudieron ver e incluso grabar cómo actuaron los cacos. "Se ha escuchado en toda Calahonda", señalaron testigos presenciales sobre la explosión. Tras abrir el cajero accedieron al interior y salieron con el botín en las manos para huir a gran velocidad en un vehículo blanco. 

Agentes de la Policía Nacional se han hecho cargo de la investigación para determinar qué ha ocurrido e identificar a los autores del robo. Confirmaron que se emplearon explosivos. Agentes de los Tedax analizan los restos para determinar la composición del material empleado en el robo.

El cajero automático ha quedado totalmente destrozado

El presidente de la ELA de Carchuna-Calahonda, Juan Alberto Ferrer, explica que los vecinos de Calahonda se han llevado un buen susto de madrugada cuando, de buenas a primeras escucharon una gran explosión, y tras asomarse a sus ventanas y balcones, pudieron comprobar como varios individuos salían de uno de los cajeros automáticos que hay. "Anoche tuvimos un problema casi de película, aquí estamos acostumbrados a estar tranquilos y pese a que de vez en cuando se sufren pequeños hurtos, nada en comparación con esto". 

Ferrer asegura que por el momento tienen poca información de lo sucedido más allá de lo que se ve en los varios vídeos que están corriendo como la pólvora por redes sociales. "La Policía  Judicial acordonó toda la zona sobre las siete de la mañana, y de momento continúa la investigación. De momento no se ha filtrado ningún tipo de información y se desconoce a cuanto puede ascender el botín, que suponemos será la cantidad que suela tener un cajero automático".

A media mañana continuaban sustituyendo el cajero reventado por uno nuevo, y eran muchos los vecinos que pasaban por la puerta de la sucursal para ver como avanzaba dicha sustitución. Es casi imposible encontrar a alguien que no se haya enterado en Calahonda del suceso.