Más de 14.000 rumanos se beneficiarán en Granada del fin de la moratoria laboral

El Gobierno ha levantado la restricción que pesaba en España desde 2007 y que impedía la circulación libre de trabajadores

Los inmigrantes ya no necesitan tener un permiso de residencia al pertenecer a la Unión Europea.
Los inmigrantes ya no necesitan tener un permiso de residencia al pertenecer a la Unión Europea.
S. Vallejo-Agencias / Granada

03 de enero 2009 - 01:00

Más de 14.000 rumanos residentes en Granada pueden solicitar desde ayer un trabajo por cuenta ajena y circular por España con plena libertad para trabajar y sin necesidad de permiso de residencia. Es el resultado del fin de la moratoria laboral que pesaba en España sobre rumanos desde enero de 2007, cuando sus países comenzaron a formar parte de la Unión Europea. También afecta a la comunidad búlgara, aunque en Granada es más minoritario y no alcanza el millar.

El Gobierno impuso esta restricción y por tanto España era uno de los países europeos en los que todavía estos ciudadanos no estaban autorizados a trabajar por cuenta ajena, con lo que eran tratados en materia laboral como ciudadanos extracomunitarios, exigiéndoles un permiso de residencia para poder encontrar empleo.

En Andalucía, según los datos del Ministerio de Trabajo, 107.486 rumanos y búlgaros tienen certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor. En España son más de 800.000.

Una de las consecuencias directas de este fin de la moratoria -anunciado por el Gobierno el pasado 19 de diciembre- es que evitará el mercado negro. Según Natalia García, de la plataforma El Cortijo de Granada, integrada por la Asociación Pro-Derechos humanos, Anaquerando y la Fundación Secretariado Gitano, "muchos de estos ciudadanos tenían que recurrir al mercado negro porque cuando encontraban trabajo luego tenían el problema de los permisos y papeles. Les costaba mucho y ahora por lo menos será un trabajo legal".

Los rumanos y búlgaros con más problemas aún son los gitanos, en Granada unos 400, por lo que consideran esta medida una ayuda "aunque en estos tiempos lo tienen muy difícil para encontrar trabajo además con la moratoria, que los convertía en ciudadanos de segunda de la Unión Europea", matiza García.

Los sectores a los que más recurren rumanos y búlgaros para encontrar trabajo son la agricultura y la construcción. "En la construcción ahora es casi imposible encontrar algo y en agricultura también está difícil porque no hay trabajo", asegura.

Con el fin de la moratoria, los ciudadanos rumanos y búlgaros que trabajan en España no necesitan permiso de residencia, igualándose así al resto de ciudadanos de estados miembros de la Unión Europea.

En España, el 20% de los inmigrantes rumanos está ya trabajando en calidad de autónomos y son bastantes los que tienen formalizado un contrato por cuenta ajena.

El crecimiento económico de Rumanía y Bulgaria fue lo que impulsó al Gobierno a no renovar la moratoria laboral ya que los flujos migratorios es probable que a medio plazo se den al revés y los ciudadanos que hoy están en España tengan interés de vuelta a sus países para trabajar.

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