La ruta BIC de la vergüenza
Edificios de gran valor continúan siendo la "pizarra" personal de los vándalos La unidad adscrita a la Fiscalía presentará un nuevo informe este mes
Miles de personas recorren cada día las calles de Granada buscando un rincón especial, una placita a la que asomarse en el barrio del Albaicín para contemplar Granada o un mirador donde deleitarse con la belleza de la Alhambra. Sin embargo, en su recorrido realizan sin saberlo una segunda ruta que nunca debería de existir: la ruta de la vergüenza. Esa que pone rojo a cualquier granadino cuando ve que los edificios históricos de la ciudad, incluso los que se encuentran en el barrio del Albaicín, Patrimonio Mundial, presentan un aspecto vergonzoso repleto de pintadas y suciedad. Así, desde hace años, los turistas que visitan Granada pueden contemplar una Puerta Monaita repleta de grafitis, un Arco de las Pesas con mensajes revolucionarios que por lo visto no había otro sitio donde escribir, o una calle Elvira repleta de pintarrajos, pegatinas y suciedad.
El dato es todavía más alarmante si se tienen en cuenta las cifras barajadas por el Ministerio de Cultura. Según detalló la concejal de Protección Ciudadana, Telesfora Ruiz, a Granada Hoy, de los 130 bienes inmuebles considerados como protegidos, un 80% se encuentran dañados por pintadas en los propios BIC o en su entorno. Entre ellos figuran Puerta Monaita y el Arco de las Pesas, así como emblemáticas zonas del Albaicín como algunos de sus aljibes o la mayoría de las pequeñas iglesias. En este sentido, la edil de Protección ciudadana, Telesfora Ruiz, critica la "mala impresión que dejan los mal llamados grafitis en el turismo cultural, cada vez más decisivo para el desarrollo social y económico de una ciudad monumental como es Granada".
En total, en lo que va de año la Policía Local de Granada ha puesto 12 denuncias por pintadas en la vía pública enmarcadas dentro de la Ordenanza de Convivencia municipal. En general, según especifica Ruiz, los autores son "jóvenes de entre 15 y 25 años, muchos de ellos estudiantes de cualquier clase social que pretenden destacar anunciándose mediante su huella o mensaje en fachadas de las ciudades". Además, estas personas, según indica la edil, "aunque no suelen actuar en grupo, sí se relacionan con otros jóvenes que realizan pintadas, entre los que existe cierta competitividad que los incita a realizar esta actividad".
Estas acciones se encuentran tipificadas y prohibidas en varios textos normativos del Código Penal. Por ejemplo, los castigos pueden ser desde un delito de faltas hasta penas de prisión dependiendo de la gravedad del daño provocado. Por ejemplo, en el Artículo 323, "Delito de daños sobre el patrimonio histórico", la ley contempla entre uno y tres años de prisión y una multa de doce a veinticuatro meses al que cause daños en un archivo, registro, museo, biblioteca, centro docente o bienes de valor histórico, artístico, cultural o monumental, así como yacimientos arqueológicos. Sin embargo, parece que el desconocimiento de esta legislación o el simple morbo de pintar en espacios prohibidos pesa más para muchos que la protección de un patrimonio que es de todos.
Por su parte, el propio Ayuntamiento de Granada también incluyó en su Ordenanza de limpieza, ornato público y gestión de residuos urbanos en la ciudad, las prohibiciones referentes a pintadas que se consideran como graves tanto sobre sus elementos estructurales, calzadas, aceras y mobiliario urbano, como sobre muros, paredes medianeras, etcétera, con sanciones entre 751 y 1.500 euros.
Todas las pintadas registradas contra los Bienes de Interés Cultural (BIC) son comunicadas a la Unidad de Policía Adscrita de la Fiscalía Superior, que cada año aporta un informe especializado sobre grafiti. Según fuentes de esta unidad, en estos momentos ya se está trabajando en el último informe que se dará a conocer aproximadamente en un mes. No obstante, aunque todavía no se ha hecho público, las mismas fuentes precisan que ha habido un descenso en el número de agresiones realizadas en los bienes de interés cultural granadinos. "Estamos elaborando un nuevo recuento para analizar la incidencia tanto en los BIC como en los alrededores", concretó.
Estos datos recogen la totalidad de las actuaciones realizadas por los efectivos de seguridad que trabajan de forma conjunta por el respeto a los BIC. En este sentido, desde la Unidad adscrita a la Fiscalía inciden en la importancia no sólo de evitar las pintadas, sino también de establecer las técnicas más avanzadas para la restauración de la zona afectada, que depende del material con que fue construida.
La buena noticia es que el pasado mes de octubre la Junta de Andalucía autorizó, a través de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Granada, la limpieza de pintadas en lugares emblemáticos como Puerta de Elvira, Santa Isabel la Real o el Arco de las Pesas, que recientemente ha sufrido una nueva agresión a golpe de spray. Sin embargo, según detalló la concejal de Turismo, Rocío Díaz, que la Junta autorice a la Agencia Albaicín la limpieza de las pintadas no significa que se vaya a realizar inmediatamente. Según especificó Díaz, la autorización no viene acompañada de ninguna partida económica por parte de las administraciones, con lo que ahora hay que buscar la forma de financiar tal actuación. No obstante, es un paso más para conseguir la recuperación del patrimonio de Granada.
El Ayuntamiento inició hace dos años un plan antigrafiti que todavía sigue su curso. Este proyecto intenta dotar de espacios "permitidos" a los grafiteros para evitar que pinten en zonas prohibidas. Gracias a este proyecto los artistas urbanos granadinos han llenado de grafitis el carril bici que discurre paralelo a la Circunvalación o el entorno del botellódromo. Sin embargo, el último atentado con spray ocurrido en el Arco de las Pesas denota que no todo el mundo ha captado el mensaje. Hay lugares donde se puede y donde no se puede pintar. Los vecinos, por su parte, han pedido que se instalen cámaras para proteger el patrimonio.
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