La sala neomudéjar de la Universidad de Granada se 'reinventa' como pasarela de moda sostenible

El desfile es el colofón de la II Semana de la Moda Sostenible organizada por la cátedra La Huella Verde, que pretende sembrar el espíritu ecologista en el alumnado y la ciudadanía

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Momento del desfile en la II Semana de la Moda Sostenible
Momento del desfile en la II Semana de la Moda Sostenible / María José Caballero
María José Caballero

Granada, 31 de mayo 2025 - 07:00

Nervios, barullo, retales y maquillaje por todos lados. El ambiente antes de comenzar el desfile era de ilusión, mezclado con inquietud. Y no era para menos: por segundo año consecutivo, el alumnado de la Escuela de Arte y Superior de Diseño José Val del Omar de Granada (Esda) ha tenido la oportunidad de exponer sus creaciones al público, fruto del trabajo realizado durante toda la semana en los talleres organizados durante la II Semana de la Moda Sostenible. La imponente sala neomudéjar del Colegio Máximo de Cartuja ha sido el lugar escogido para ello, joya monumental que fue 'renovada' y puesta en valor ya en 2019.

Esta iniciativa, llevada a cabo por la cátedra La Huella Verde de la Universidad de Granada y el Centro Mediterráneo con el patrocinio este año de los baños Hamman, nace de la voluntad por crear conciencia de la sostenibilidad y el medio ambiente en los alumnos, quienes en unos años serán los protagonistas del sector textil. Esta industria, como ha comentado la codirectora, Magdalena Trillo, "es la segunda industria más contaminante del mundo".

Este año, la temática se ha definido bajo el título Cuerpo, Agua y Conciencia, ya que este elemento "es básico para la vida y la sostenibilidad; hay que trabajar en el uso justo y responsable del agua, así como potenciar la autoestima y el empoderamiento en la moda, evitando la 'consumocracia' y los cánones de belleza frívolos de las redes sociales'", ha completado Trillo.

Y así ha sido. El desfile, dividido en tres partes, comenzó con las creaciones de Carmen Gallardo y Ainara Navarro, ganadoras de la Pasarela Fortuny del año pasado. Seguidamente, fue el momento de oro para el resto de los estudiantes de la Escuela Val del Omar, cuyas creaciones han investigado el mundo de la sostenibilidad y el upcycling, es decir, se han centrado en darle una nueva vida a ropa en desuso que, de otro modo, acabaría generando basura, manteniendo a flote el ciclo de la moda circular. Finalmente, el diseñador de moda Moisés Rivero (MR&G Design) presentó su nueva colección de baño sostenible, con tejidos ecológicos y usando técnicas de patchworking o retales. "Todo lo voy guardando", expresó Rivero, que añadió que "el mundo va cambiando y hay que apostar por darle una nueva vida a la ropa".

Desfile de baño de MR&G Design, con modelos de Noma
Desfile de baño de MR&G Design, con modelos de Noma / María José Caballero

Botas viejas reconvertidas en corsés, manteles de la abuela que ahora seguirán existiendo pero como faldas, diseños que se ondulaban como el agua y llenos de volantes, piezas compuestas de mil y una telas... Todas las creaciones llamaron la atención ante un público sorprendido, y unos 'alumnos-diseñadores-modelos' que han podido expresarse con libertad. A la cita acudieron figuras institucionales como la delegada territorial María José Martín, el director de la Esda Blas Caldero y la vicerrectora de Infraestructuras y Sostenibilidad de la UGR, Montserrat Zamorano.

Creando comunidad

Además del desfile, la Semana de la Moda Sostenible llevó a cabo un abanico de actividades protagonizadas por expertos no solo en el sector, sino también en el medio ambiente. Todas ellas estuvieron enfocadas a transmitir la necesidad de cambiar la 'forma de hacer' en la industria, así como potenciando sinergias entre profesionales y futuros profesionales.

En uno de los debates planteados, por ejemplo, protagonizado por el director de la Cátedra UNESCO de Sostenibilidad y Derechos Humanos de Granada, Javier Ordóñez, entre otras figuras, se habló de la realidad consumista que encierra en el mundo de la moda, así como las consecuencias a nivel medioambiental y humano. "Tenemos que ser ecológicos no ya a nivel material, sino también a nivel humano", expresó José Miguel Rodríguez, estudiante de la Escuela, que ha expuesto también sus diseños. Asimismo, subrayó que "comprarse ropa barata y de mala calidad contamina mucho, gastarse un poco más de dinero permite tener prendas duraderas, y eso reducirá la contaminación y la explotación laboral".

Por otra parte, los talleres prácticos permitieron a los participantes aprender técnicas basadas en la reutilización y la sostenibilidad, llevadas a cabo por personas referentes de la industria, como Patricia Franco, maquilladora profesional que ha podido trabajar en los Goya y en el Festival de Cine de Málaga.

Durante la semana, los alumnos trabajaron duro para preparar los conjuntos que expusieron este viernes, con materiales donados e, incluso, intercambiados. Al respecto, Ainara Navarro señaló que "durante los talleres nos ayudábamos unos a otros, incluso los tejidos que hemos usado nos lo han dado amigos o profesores, se crea también una comunidad, te presto, te dejo, creamos intercambios sociales y vínculos entre todos".

Carmen Gallardo y Ainara Navarro exponiendo su diseño para el desfile
Carmen Gallardo y Ainara Navarro exponiendo su diseño para el desfile / María José Caballero

En definitiva, la semilla del cambio parece que germina poco a poco. "Cada semana tenemos una nueva colección o temporada, ropa que luego no usamos. Si algo no nos gusta, nosotros mismos lo podemos cambiar y transformar", manifestó Carmen Gallardo.

Proyecto a futuro

Si bien la Semana de la Moda ha terminado, las vistas siguen puestas a futuro. Como explicó Trillo, la intención desde la Universidad de Granada es crear una microcredencial de moda sostenible, para que este proyecto tenga más desarrollo, así como permitir la especialización de los alumnos en diferentes campos de la sostenibilidad. Asimismo, está previsto para otoño un armario de ropa de intercambio, organizado por la cátedra La Huella Verde, que permitirá intercambiar ropa y revalorizar la ropa de segunda mano. "Nosotros mismos tenemos que hacer algo, tenemos que evitar que las grandes industrias del textil estén todo el rato produciendo", concluyó.

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