Granada

El sector inmobiliario ve un filón tras anularse el veto para construir junto al mar

  • Los constructores señalan que la anulación del Plan de Protección del Corredor Litoral abre "un universo de oportunidades" para el desarrollo de nuevos proyectos urbanísticos, sobre todo en la parte oriental

"Un universo de oportunidades". Así define el secretario general de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Granada, Francisco Martínez Cañavate, la situación tras conocerse la noticia de que el Tribunal Supremo deja sin efecto el Plan de Protección del Corredor Litoral de Andalucía, que preservaba una amplía franja de 500 metros en aquellas zonas de la costa vírgenes de edificaciones. Precisamente, el litoral granadino es uno de los que cuenta con más terrenos libres de construcciones en primera línea de playa. La crisis del ladrillo y la normativa de la Junta paralizaron muchos proyectos de urbanizaciones, frenando a su vez el despegue turístico de la comarca de la Costa Tropical frente al desarrollo masivo de las vecinas Almería y Málaga. El sector inmobiliario, en progresiva recuperación, espera ya poder aprovechar la sentencia del Alto Tribunal para retomar las actuaciones que se quedaron en el limbo, aunque la Junta ya ha anunciado que su Gabinete Jurídico para que esa protección de medio kilómetro sobre la cosa vuelva a estar vigente.

En todo caso, los constructores ven la anulación del Plan de Protección del Corredor Litoral como un primer paso hacia el "desarrollo" del litoral granadino. "Es una oportunidad que surge para la creación de suelos en primera línea de playa, sobre todo para la creación de proyectos urbanísticos enfocados al turismo, ya sea de complejos hoteleros o de viviendas para un turismo residente", apunta Martínez Cañavate, quien además agrega que la norma autonómica "limitaba mucho el desarrollo" de la Costa Tropical y la condenaba a un "agravio comparativo" frente a las costas del resto de Andalucía. "En Granada hay zonas de costa con mucha altitud, por lo que los 500 metros eran cotas muy elevadas que no se ajustaban a la realidad", señala el gerente de los constructores de la provincia.

El sector apela a la "mesura" para retomar las actuaciones sin las "locuras" del 'boom'

El sector había presentado numerosas alegaciones e informe para desmontar el Plan de Protección del Corredor Litoral por considerar que iba en contra del "desarrollo" y que no se ajustaba a la realidad de los diferentes litorales, una comunidad con 945 kilómetros de costa y con provincias con planteamientos turísticos y de urbanismo diferenciados entre sí. "No podríamos hablar de planes concretos, pero sí somos conscientes de que el vector costa en Granada tiene mucha capacidad para urbanizarse y que eso supondría riqueza para una comarca que lo necesita", señala Martínez Cañavate.

Además, el gerente de la ACP apela a la "mesura" y al sentido común en los nuevos planes de urbanización que puedan plantearse cerca de la línea de costa granadina. "Somos conscientes de que no se pueden hacer locuras como hace diez años", afirma en relación al boom descontrolado del ladrillo que fue uno de los desencadenantes de la crisis y de las controversias urbanísticas que se han creado por construcciones como la del hotel ubicado en primera línea de la playa almeriense del Algarrobico.

En Granada, la Costa Tropical está 'dividida' a partir de su capital Motril. Así, hay una parte occidental -la que tira hacia Málaga- mucho más explotada y desarrollada turísticamente, encabezada principalmente por Almuñécar; y otra parte oriental-la que va por la A-7 hasta Almería-que se quedó con muchos proyectos paralizados y que tiene más superficie para que las grúas se instalen a menos de 500 metros del mar. Esta zona, más conocida por sus invernaderos que por sus hoteles, se ha aferrado a la industria agrícola como motor de desarrollo. De esta manera, el PP ya alertó en 2015 de que el Plan de Protección del Corredor Litoral de Andalucía iba a partir la Costa granadina en dos polos enfrentados. En la provincia , los principales municipios afectados son Almuñécar (sobre todo en la zona de La Herradura), Salobreña, Los Gualchos, Albuñol, Motril, Sorvilán, Polopos, Rubite y Lújar, con una superficie de 2.114 hectáreas de superficie, que presenta el 7,3% de todo el litoral andaluz. Hay puntos concretos como los llanos de Calahonda-Carchuna, un lugar completamente virgen, en el que se podrían acometer determinadas actividades ordenadas. En el punto de mira también están el oeste de Torrenueva o el litoral que comprenden los pueblos de Castell de Ferro, Lújar, la Mamola, Sorvilán o Albuñol.

Respecto a la revisión de promociones que se vieron paralizadas por la crisis y por la puesta en marcha del plan autonómico, cabe recordar que en el año 2013 había previsión de que se iban a construir 7.637 viviendas dentro de los 500 metros del litoral granadina, una cifra muy lejana -a pesar de tener apenas 70 kilómetros de costa- de las 58.684 que se proyectaban en Málaga o las 61.311 que se habían programado en la costa almeriense.

De esta manera, el Plan de Protección del Corredor Litoral aprobado en 2015 protegía en la provincia ocho ámbitos de suelo urbanizable con capacidad para un total de 1.616 viviendas y también terrenos con protección ambiental, como son el paraje de los acantilados de Maro-Cerro Gordo en Almuñécar o la reserva natural concertada de la Charca de Suárez de Motril. Igualmente, reconocía la protección territorial en dos tramos colindantes con la costa y de valor ambiental y paisajístico, como son el Barranco de Enmedio y los del Cambrón y Safio, además del frente litoral entre Calahonda y Castell de Ferro. También se salvaban los suelos con potencialidad agrícola y los terrenos con elevadas pendientes y valor paisajístico.

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