Sus sentencias ejemplares
Un ameno libro reúne las condenas más singulares impuestas por el juez de Menores Emilio Calatayud a lo largo de toda su trayectoria profesional
Del juez de Menores Emilio Calatayud dicen -y dicen bien- que encarna las virtudes de la Justicia. Con su singular forma de impartirla ha logrado enderezar las vidas de muchos chavales, a la vez que captar, por sus educativos castigos, la atención de medios de comunicación de medio mundo. Ahora, el juez de Menores más mediático de España ha recopilado algunas de sus más llamativas resoluciones bajo el título Mis sentencias ejemplares, una entretenida obra de 354 páginas que será presentada esta tarde, a partir de las 19:00, en el Corte Inglés.
Este nuevo libro del juez 'don Emilio' -así le llaman muchos de sus pequeños y agradecidos imputados- es un interesante compendio de vivencias profesionales, anécdotas, curiosas historias reales e instructivas reflexiones. Ha sido editado por La esfera de los libros y, casi con toda seguridad, pronto estará agotado.
Para escribir Mis sentencias ejemplares Calatayud ha contado con la brillante pluma del periodista del diario Ideal Carlos Morán, gran conocedor de su trabajo. Las páginas del libro están además salpicadas de ingeniosas ilustraciones de un joven llamado Enrique Ruiz Juristo, a quien un día el juez, sabedor de su talento a la hora de rotular tebeos, impuso como castigo hacer un cómic por circular con su ciclomotor sin el seguro obligatorio.
El caso de Enrique, condenado a dar rienda suelta a su arte y ahora convertido en "socio" del juez, ocupó en su día titulares destacados de la prensa local y nacional. Su historia es una de las elegidas para formar parte del libro, que rescata otros casos no menos aireados y aplaudidos, como el del joven analfabeto castigado a aprender a leer y a escribir por robar material de construcción, o el de los gamberros obligados a colaborar con una institución de asistencia a personas con discapacidad por mofarse de un minusválido.
La publicación ha sido prologada por el Defensor del Menor de Andalucía, José Chamizo, quien encabeza sus palabras con una sabia frase: "La Justicia es una acción pública de educar", algo que en en especial hace Calatayud cada vez que se mete en su toga.
Las primeras páginas recogen un perfil de un juez que es "un conservador que organiza revoluciones a diario", así como una amena autobigrafía en la que Calatayud revela, por ejemplo, que el día que nació en Ciudad Real, hace casi 53 años, a su madre le tocó la Lotería, pero de verdad; era 22 de diciembre.
A continuación narra las más curiosas anécdotas vividas por él y su equipo -al que tiene siempre presente- en el órgano que dirige, el Juzgado de Menores 1 de Granada, y reflexiona sobre los delitos que más le han impresionado. Para ello, selecciona interesantes casos relacionados con algunos de los problemas más preocupantes de la sociedad actual (botellón, acoso escolar, violencia en el deporte, racismo, violencia machista, ciberdelitos...).
El que dicte sentencias ejemplares no significa que sea un juez blando. Por eso no se olvida tampoco en su libro de las decenas de jóvenes que ha enviado al centro de reforma de Tierras de Oria (Almería). No es para nada amigo de la reclusión, pero, como subraya, "a grandes males, grandes remedios".
Un epílogo y varios apéndices sirven de telón a esta nueva obra del juez, a quien colegas de profesión definen como "persona sencilla en las formas, cercana en el trato y justa en la resolución". Dicen también que "administra recta e imparcial Justicia, comprensible al ciudadano, en el que despierta admiración". Es verdad. Sus sentencias hablan por él. Calatayud es también autor del libro Reflexiones de un juez de Menores.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por el Circo Encantado
Contenido ofrecido por el Colegio de Veterinarios de Granada
Contenido ofrecido por Aguasvira