El sistema LAC expulsa a más de 5.500 viajeros al día del transporte público

El laberíntico sistema LAC y sus innumerables transbordos ha hecho que los viajeros den la espalda a un sistema de transporte que no termina de convencer. Todos los inconvenientes que vienen sufriendo los pasajeros desde el pasado 29 de junio ha hecho que el sistema de transporte público pierda alrededor de 5.500 usuarios al día que han cambiado su forma de moverse de manera que ahora optan por ir a pie, en bicicleta, comprarse una moto o pegarse a algún vecino para que los lleve en coche.

Pero hay más datos que demuestran el rechazo que el sistema ha generado entre los usuarios. Y es que de los 25.312.812 euros que el equipo de gobierno tenía previsto ingresar en 2015 por la venta de billetes, se han recaudado 21.315.609 euros, lo que provoca un desfase de casi cuatro millones generado por esa expulsión de viajeros a causa del sistema de transbordos.

La concejal del PSOE Raquel Ruz cree que con estos datos que el equipo de gobierno dio a conocer ayer en junta de gobierno local está legitimada para decir que el sistema de transporte LAC es un "auténtico fracaso". La socialista precisó que los datos recogidos en los expedientes de movilidad reconocen la sangría de pasajeros que se ha cobrado el sistema de transbordos desde que se puso en marcha y no pudo más que vislumbrar un "futuro muy negro a un servicio público que hace aguas ante la pasividad de un equipo de gobierno incapaz de reflotarlo".

Antes de que se modificaran las nuevas líneas SN1 y SN4 el nuevo sistema LAC suponía la realización de 1,2 millones de kilómetros más al año, con el consiguiente coste para las arcas municipales ya que la empresa Rober factura por kilómetro y no por viajero. Los datos mejoran algo con los cambios en las dos líneas que entran por el centro desde el pasado 13 de marzo, de forma que la ciudad pasará de tener que pagar 7.259.000 kilómetros al año a 6.995.944 kilómetros.

Los nuevos números del sistema de transporte hablan de un coste anual previsto para el año 2016 de 35.190.000 euros, cuando en 2015 el sistema de autobuses públicos costó 35.795.000 euros.

Si a este coste le restamos los ingresos por billetes, el Ayuntamiento tiene que pagar 14,5 millones de euros para subvencionar el transporte público. Antes de que entrara en marcha la LAC el Ayuntamiento ponía 10 millones de euros, lo cual demuestra el mayor coste del sistema para la ciudad. Para intentar paliar este sobrecoste el Ayuntamiento aprobó ayer en junta de gobierno local las nuevas tarifas del autobús que entrarán en vigor en julio y que supondrán una subida entre el 10 y el 16%.

Entre las mejoras que está acometiendo el Ayuntamiento para evitar el elevado número de recargos que se impone a los viajeros por no validar bien el billete en la LAC están los cambios en las máquinas expendedoras. De esta forma cada vez que un viajero no tenga salgo en el bonobús o cuando no se haya validado bien el billete la máquina emitirá tres fuertes pitidos. Según los cálculos del área de Movilidad todas las máquinas expendedoras estarán adaptadas después de Semana Santa.