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Los integrantes del PSOE han estado una semana entera subiendo y bajándose de los autobuses de la ciudad -cronómetro en mano- con la idea de demostrarle al equipo de gobierno la angustia que genera en los vecinos de los barrios viajar en el transporte público desde que se implantó la Línea de Alta Capacidad en la ciudad.
La conclusión general con la que se han quedado es que el nuevo sistema es más lento, más incómodo y mas imprevisible. Tomando como referencia las líneas entre el Norte (Chana y Joaquina Eguaras) y Sur (Zaidín y Genil) con el centro y viceversa, el estudio de los socialistas aprecia que, de media, una persona pasa entre tres y siete horas más cada mes en el autobús de lo que lo hacía antes. Hay algunos recorridos concretos en los que se emplea un 60% más de tiempo. Es el caso de la zona Norte. Ir y volver desde el Alcampo al centro implica hoy en día disponer de 59 minutos, mientras que antes se tardaban 36.
En el caso de Genil, ir y volver al centro requería 32 minutos antes del 29 de junio, mientras que ahora son necesarios 45. Si el viajero toma el N1 desde La Chana, empleará 59 minutos cuando antes tardaba 45. Las mediciones, que se han realizado entre las 8 y las 8:30 de la mañana y entre las 14 y las 14:30 horas de la tarde, demuestran que hay recorridos en los que se tarda menos andando que en el transporte público. Es el caso del trayecto (ida y vuelta) de Genil y Norte donde andando se tardan 43 y 57 minutos respectivamente frente a los 45 y 59 que se tarda en bus.
"El nuevo plan de movilidad ha puesto en marcha un sistema de autobuses que es más lento que el anterior. Se tarda más en hacer el mismo trayecto. De hecho los granadinos están subidos en el autobús entre 3 y 7 horas más al mes con el sistema LAC que con el anterior", explicaba ayer el portavoz municipal del PSOE, Paco Cuenca. Esta media se dispara en barrios como Cervantes o zona Norte donde el tiempo se incrementa entre 5 y 8 horas al mes respectivamente.
El sistema, apunta Cuenca, es también más imprevisible, ya que un mismo recorrido se hace en tiempos muy diferentes cada día. "Esto genera incertidumbre entre la población para llegar a una hora concreta a un lugar e incita a coger el vehículo privado", apunta el portavoz socialista.
Las rutas más inestables son Norte, Chana y Cervantes mientras que las más estables son las del Zaidín. Las diferencias diarias pueden variar entre los 16 minutos de la ruta Alcampo-catedral a los 7 en la ruta Avenida Cervantes-catedral.
A la lentitud y la incertidumbre se le añade la incomodidad al pasar de un sistema puerta a puerta a un sistema de transbordos en una ciudad de extensión media. Un 14% del tiempo de trayecto se dedica a los transbordos. "Excepto en la ruta del Zaidín, en todas las demás el usuario permanece más del 40% del tiempo de la ruta esperando en las paradas debido al tiempo que se pierde en las paradas", añade Cuenca.
"Todas las conclusiones del estudio nos llevan a una probabilidad bastante alta de pérdida de clientes del nuevo sistema. Ello agravaría más si cabe el caos circulatorio de nueva ciudad, con el consiguiente incremento en la polución medioambiental", concluye el estudio.
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