Los que se acerquen estos días hasta la transitada gasolinera situada en Camino de Ronda a la altura de plaza Einstein para inflar las ruedas de la bicicleta o el coche se llevarán una sorpresa. Este establecimiento, al igual que otros en la capital, como la gasolinera Galp situada a la entrada de Armilla, han decidido instalar una máquina digital dispensadora de aire y agua que cobra por este bien natural un euro por cada cinco minutos de gasto. Una noticia que muchos clientes valoran como una auténtica privatización del aire como si no fuera suficiente con el alto coste que tienen el diesel o la gasolina.

Aunque la instalación de este aparato es relativamente reciente en la gasolinera de Camino de Ronda, en otras, como la Galp situada a la entrada de Armilla lleva colocado desde hace más de un año y, según palabras del gestor, Antonio Martín "nosotros fuimos uno de los primeros establecimientos que instalamos la máquina en las tres gasolineras de El Torreón, sobre todo por los problemas que acarreaba la antigua". Entre ellos, Martín destaca los constantes desbarajustes de la válvula de aire que se rompía con frecuencia y que también, de vez en cuando, le sustraían.

Sin embargo, tal y como reconoce, desde que instalaron la nueva dispensadora de aire y agua "no hemos tenido más problemas y aunque hay clientes que se enfadan cuando ven que vale un euro y se marchan a otra gasolinera también hay otros que al ver que funciona perfectamente no se quejan por el coste de este servicio y la utilizan con cierta frecuencia".

En este sentido, este hombre destaca que ahora el mantenimiento de los surtidores lo lleva una empresa externa que se encarga de sus reparaciones, a la ver que adelanta que se extenderára, pues "se trata de un servicio que de Madrid para arriba es bastante común que valga un euro".

Por su parte, Miguel Ángel Pérez, de la gasolinera Cepsa de La Zubia relata que no sabía que en Granada se estuviese implantando este servicio. "A mi Cepsa no me ha preguntado si quiero instalarla y la verdad, de momento no estaríamos interesados", afirma. Eso sí, también ve normal que las gasolineras terminen por colocar esta dispensado, no tanto por el aire si no más bien por el agua "pues es muy frecuente ver a familias llenando litros y litros de en enormes garrafas con el coste que eso supone para la gasolinera".

Asimismo, también considera un auténtico problema cuando se rompe el medidor del aire pues "no son pocas las veces que ante un accidente, o un reventón, se busca como culpable la máquina de aire de la gasolinera por haber llenado de más o de menos la rueda". Por todo ello, los gerentes de estas gasolineras ven positiva esta medida que según Pérez lleva implantada desde hace años en otros países como Estados Unidos y que empieza a ser común también en Granada así como en el resto de ciudades de España.