Una sorpresa para el paladar

De forma silenciosa, sin apenas campañas de marketing en redes sociales o gastos de publicidad, sino a base de las recomendaciones que realizan sus satisfechos clientes, el restaurante Sabor y Saveur está haciéndose un importante hueco en el panorama gastronómico de la capital granadina.

Los dueños de este local de la calle Casillas del Prat prefieren que sean sus platos los que hablen por ellos, contando a los comensales, bocado a bocado, la calidad de sus productos, la profesionalidad del equipo humano y la creatividad de la cocina. "La gente valora el esfuerzo y la dedicación", afirma Ignacio Bonasso, copropietario del establecimiento junto a Tanguy Vanden Bruel, dos jóvenes de 35 años formados en el sector de la hostelería en sus países natales, Uruguay y Bélgica, respectivamente.

El azar los unió en Sevilla, donde surgió la idea de montar un negocio juntos, tras 15 años trabajando en bares y restaurantes de España y el extranjero. Aunque fue Tanguy el que se lanzó en solitario como empresario, abriendo Sabor y Saveur en septiembre de 2014, medio año después se incorporó Ignacio, cogiendo las riendas de la cocina mientras su socio se responsabiliza del servicio en sala.

Dados los orígenes de la pareja, su oferta es una fusión de la gastronomía española con toques latinos y belgas, una personal combinación de sabores que sorprende al cliente que entra por primera vez al establecimiento y que le está reportando muy buenas críticas entre los comensales. Se puede romper el hielo degustando sus tapas o hacer una inmersión completa a través de su carta, mojándose con sus primeros, como el tartar de salmón o los huevos rotos con crema de foie; hundiéndose con los segundos, como el arroz negro frito crujiente o el bacalao confitado; hasta zambullirse del todo con sus postres, como la crema catalana de lima y café o el fondant de chocolate. Además, la cuidada presentación de las recetas invita a ello. "Intentamos que los clientes usen todos sus sentidos a la hora de comer", explica Ignacio, quien adelanta que ya están trabajando en la nueva carta que se pondrá en marcha a la vuelta de las vacaciones de verano.

Otros de los atractivos del Sabor y Saveur son su amplia selección de cervezas nacionales y belgas y su menú diario para el servicio de almuerzo, realizado de lunes a viernes en función de los productos frescos que haya en el mercado. Compuesto por un entrante, un plato principal y un postre, a elegir entre dos opciones -más la bebida- y por un precio de diez euros, es una alternativa muy aplaudida por el paladar y el bolsillo de la clientela local y extranjera del restaurante.

También en septiembre, cuando la rutina vuelva a regir la agenda de los granadinos, los propietarios del Sabor y Saveur retomarán los conciertos que se celebran entre semana en el establecimiento, según adelanta el cocinero, quien añade que entre sus planes de futuro está seguir aportando su granito de arena a la oferta gastronómica granadina.