'invierno árabe' Los cinco países que han protagonizado la revolución árabe en Oriente Próximo entran en crisis

Una sucia partida de ajedrez

  • Varios expertos en el mundo árabe apuntan en un debate en la Facultad de Filosofía que los intereses de poder internacionales en Siria están llevando a este país hacia una guerra civil

El conflicto sirio es una "repugnante partida de ajedrez" en manos de actores regionales e internacionales que luchan por sacar la mejor tajada del pastel. Con esta premisa arrancó el profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Autónoma de Madrid, Ignacio Gutiérrez de Terán, su aportación a la mesa redonda sobre Siria que se celebró ayer en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada.

Ninguno de los presentes en la abarrotada sala salió con una solución bajo el brazo para lo que está ocurriendo en cinco de los 20 países árabes que sufren lo que ahora se denomina el 'invierno árabe'. Pero, como dijo un asistente, tanto De Terán como el periodista de Al Jazeera Taysir Alouny y la investigadora Hala Jadid describieron a la perfección el panorama negro y dramático que vive el pueblo sirio.

Según De Terán, el régimen sirio ya no tiene las riendas de lo que puede ocurrir en su país. Siria está en el centro neurálgico de Oriente Próximo y el régimen de Al Assad ha realizado siempre una labor de control del país (para favorecer su permanencia en el poder) que conviene a Israel y a Arabia Saudí, que temen más la intervención de Irán. EEUU, a su vez, sigue los intereses de ambos países y Europa se arrodilla ante la Casablanca, así que a ninguno de estos actores le interesa la caída del régimen. "No creo que haya intervención", opinó Alouny.

Sin embargo, para De Terán la partida de ajedrez se está librando sobre todo entre "Europa, por un lado, y Rusia y China por otro".

Una mayoría de los activistas y de la población siria, desde la desesperación, está pidiendo la intervención internacional, pero la experiencia de Egipto y el Líbano hace dudar sobre su efectividad.

Todos los países del entorno de Siria tienen intereses económicos (petróleo) en este país, pero "el pueblo sirio insiste en seguir luchando -añadió el periodista de Al Jazeera-, porque dar marcha atrás implicaría un suicidio lento, con más masacres".

Dejar las cosas como están tampoco sería una solución, porque el régimen no cederá en nada.

Otros aseguran que Siria se encamina hacia una guerra civil, lo que será más peligroso aún para los intereses geoestratégicos de Israel, porque los grupos estarán descontrolados y no se evitará la descomposición del estado sirio, lo que provocará una reacción.

Para entender por qué se ha estancado la caída del régimen de Al Assad, De Terán ofreció algunas claves. Ahora mismo, "lo más sucio que hay en el país, que es el régimen de Al Assad, está tratando de acabar con lo más limpio". Un régimen autoritario y represivo, la manipulación de una ideología y las limitaciones al desarrollo de la población han contribuido a mantener a la familia Al Assad en el poder.

El régimen sirio se basa en dos pilares: por un lado, la constitución y el entramado de un servicio de seguridad policial y militar que saben quién gobierna en todo momento en el país; y por otro, un clan que controla con instrumentos mafiosos toda la actividad comercial del país. A lo que hay que añadirle una manipulación ideológica basada en el socialismo árabe.

Una élite siria, protagonizada por un par de clanes familiares, entre ellos los Assad, se han beneficiado de los recursos de petróleo del país, dando lugar a una oligarquía empresarial que han favorecido el contrabando y el trapicheo. "Una red clientelar que explica por qué todavía una buena parte del país apoya al régimen", dice De Terán. La revolución la protagonizan los jóvenes (un 60% tiene menos de 21 años) que son los que todavía no se han beneficiado del entorno de esta élite.

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