Un suelo nuevo para el Palacio de Carlos V
El Patronato que gestiona la Alhambra de Granada y el Generalife trabaja ya en la reposición del pavimento del anillo que rodea el patio central del Palacio de Carlos V, una actuación de mantenimiento y conservación que se desarrolla por fases y que prevé completarse antes de que finalice el presente año. El arquitecto conservador de la Alhambra, Francisco Lamolda, informó de que se trata de un pavimento que tiene su origen en el siglo XX que, por las características del material y por la falta de una base adecuada, se había ido deteriorando con el paso del tiempo y presentaba losas muy fracturadas en algunas zonas.
Aunque hace un año y medio ya se inició una primera fase para la reposición del pavimento, el Patronato de la Alhambra retomó hace unos días nuevos trabajos para su sustitución y espera poder completar todo el anillo que rodea la planta baja del patio a lo largo de este año. Lamolda apostilló que el avance de estas tareas estará, no obstante, condicionado a la visita publica al monumento y a las diferentes actividades y eventos que acoge el Palacio de Carlos V, donde el Festival Internacional de Música y Danza suele celebrar anualmente los conciertos más destacados. Además, en sus salas se exponen muestras artísticas reconocidas.
Al margen de hacer compatible esta intervención con el uso público del edificio, la principal complejidad radica en las características de las piezas que están siendo colocadas, que parecen tener forma rectangular pero que, en realidad, presentan cierta curvatura debido a la originalidad de la planta, que supone un círculo inscrito en un cuadrado. "El despiece está hecho en forma circular, por lo que su colocación es bastante complicada y hay que hacerlo coincidir con los radios que conforman el anillo", detalló el arquitecto Francisco Lamolda.
Las solerías iniciales, procedentes de la zona de la montaña Sierra Elvira, presentaban bastante desgaste e incluso algunas de ellas diferente tonalidad en función del corte de cantera del que procedieran. "Nosotros ahora estamos intentando reponerlas con el mismo tono", añadió el arquitecto conservador, quien por otra parte destacó la simbología que tiene el palacio, cuya decisión de situarlo en la Alhambra pretendía simbolizar el triunfo de la Cristiandad sobre el Islam.
Carlos V, rey de España y emperador electo de Alemania, decidió edificarlo después de la visita que hizo a Granada tras su boda en Sevilla con Isabel de Portugal en 1526. A pesar de su diseño y calidad formal, su implantación cambió la imagen del recinto al mismo tiempo que alteró su tejido interior y la conexión con la ciudad. El emperador decidió construir el palacio al estilo "romano", probablemente influido por el propio gobernador de la Alhambra y capitán general Luis Hurtado de Mendoza, aunque el modelo pudo ser sugerido por Baldasare Castiglione, amigo de Rafael y de Giulio Romano.
El proyecto original se debe a Pedro Machuca, formado en el círculo artístico de la Roma de León X, que dirigió las obras entre 1533 y 1550, fecha de su muerte, dejando terminadas las fachadas excepto las portadas de poniente y mediodía. Le sucedió su hijo Luis que hizo el patio circular, quedando suspendidas las obras durante quince años por la rebelión de los moriscos de Granada en 1568. En 1619 se completó la columnata alta del patio y continuaron las obras hasta su abandono en 1637, sin cubrir de aguas el edificio.
El palacio quedó inconcluso hasta que en 1923 Leopoldo Torres Balbás inició un programa de recuperación del mismo con destino a plantar la sede del Museo de Bellas Artes de Granada, que culminó el arquitecto Francisco Prieto Moreno en el año 1958.
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